El uso inteligente de los fondos públicos

El uso inteligente de los fondos públicos
Las aplicaciones de Smart City se pueden descargar en la página web municipal

Puede que no haya nada más desfasado que un montón de ficheros y formularios metidos dentro en una caja de cartón. Por eso la administración pública, a todos los niveles, trata de digitalizarse, hacerse accesible al ciudadano con un simple toque en un pantalla táctil (las teclas también están condenadas a la obsolescencia) para ahorrar tiempo y dinero. Smart City (Ciudad Inteligente) fue la apuesta del Gobierno de Carlos Negreira para conseguirlo, una plataforma que aunaría servicios municipales y ofrecería al ciudadano información útil a tiempo real. Y consiguió once millones de euros de los fondos europeos para llevarlo a cabo. Cinco años más tarde, el Gobierno local reconoce que el número de ciudadanos que la utilizan es muy bajo.
El nuevo alcalde, Xulio Ferreiro, había asegurado en varias ocasiones durante la campaña electoral que nadie sabía qué era en realidad Smart City y actualmente el Gobierno local sigue teniendo el mismo problema, como admitió ayer la concejala de Participación Ciudadana, Claudia Delso, que también recordó que la ejecución presupuestaria de este programa, que el PP define como pionero en Galicia, era de un 35% cuando llegó la Marea Atlántica al Ayuntamiento .
“Este Goberno tivo que rematar e completar esa execución orzamentaria e iso fixemos. Rematar a execución e cumprir os prazos en sete meses ante a posibilidade de que se tivesen que devolver os cartos, algo que sería tremendamente prexudicial para a cidade”, explicó Delso, que aseguró que existen actualmente 14 aplicaciones pilotos, y que se han superado varias auditorías de la Unión Europea.

para el agua
Pero, como admitió la propia Delso, el anterior Gobierno local llevó a cabo el proyecto a través de la Empresa Municipal de Aguas, Emalcsa, de manera que muchas de las aplicaciones piloto desarrolladas tienen que ver con el suministro hídrico: por ejemplo, controlar el riego en los parques o sensores de sonido para detectar roturas en tuberías.
“Só unha ou dúas están pensadas para a cidadanía, como a guía turística de realidade aumentada”, explicó. A esta también hay que añadir la administración electrónica o la aplicación de la Compañía de Tranvías. “Hai que visibilizar as potencialidades e o uso que ten a plataforma”, reconoció Delso.
A pesar de que al hombre de a pie le resulte ajeno, expertos como Fernando Suárez, presidente del Colexio de Informáticos de Galicia, asegura que es importante: “Las smart cities son una moda, porque se tratan de cosas que antes se hacían de forma deslavazada se integran en una plataforma lo que permite el acceso a una información más global y eficiente”. Suárez señala, además, que los once millones del proyecto fueron a parar a empresas tecnológicas, lo que les permitió desarrollar experiencia y productos nuevos para competir.
Es por eso que el PP critica que en la ciudad solo haya obtenido de Red.es dos millones de euros para desarrollar de forma conjunta con Madrid, Zaragoza y Santiago, “unha Plataforma de Goberno Aberto Colaborativa e Interoperable”. Delso replica que no se trata solo de hacerse con la mayor cantidad posible de dinero público: “Reaproveitar plataformas existentes e solucións de software libre non só é máis económico, é verdadeiramente máis intelixente”.

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