Los museos de Roma reabren sus puertas con apenas visitantes y sin turistas extranjeros

Los museos de Roma reabren sus puertas con apenas visitantes y sin turistas extranjeros
Las tiendas de souvenirs de Roma permanecen cerradas ante la falta de turistas en la capital italiana | ETTORE FERRARI (efe)

La escultura de la Loba de Roma, emblema de la ciudad, luce sola en los Museos Capitolinos tras más de dos meses de cierre por la pandemia. Ayer, el día de su reapertura, solo unas pocas personas recorrían sus galerías, conscientes de lo excepcional de esta “nueva normalidad” sin turistas.

Los museos, custodios del arte antiguo de la capital, junto a los Foros, abrieron ayer martes sus puertas y su apariencia asombró por inédita: En sus históricas salas, hasta hace menos de tres meses abarrotadas de turistas, el visitante puede ahora escuchar el eco de sus pasos.

A media mañana solo un hombre, de semblante sereno y pelo cano, disfrutaba en solitario de los tesoros de esta institución: bustos milenarios, personalidades togadas o enormes esculturas ecuestres de los hombres y mujeres que dieron vida a la historia de la urbe.
“Es una ocasión irrepetible o al menos eso espero”, afirma este romano, Alessandro Pollaci, mientras admira tras su mascarilla y guía en mano los magníficos frescos de la Sala de los Horacios y Curiacios, donde en 1957 nació la Comunidad Económica Europea.

Los Museos Capitolinos, como todos en Italia, tuvieron que cerrar desde el 9 de marzo tras declararse la crisis del coronavirus, que infectó a más de 225.000 personas y matado a 32.000 en todo el país.

La institución, cuyo último cierre se remonta a los años de la II Guerra Mundial, ha reabierto no sin antes aplicar la normativa de seguridad del Gobierno para evitar aglomeraciones y contagios.

Medidas de seguridad
Desde ahora se regularán las visitas, habrá que reservar por internet las entradas para evitar el paso por taquilla y solo podrá haber un número determinado de personas por sala, explica a  la superintendente de los Museos, Maria Vittoria Marini Clarelli.

A la entrada del edificio, en la Plaza del Capidoglio, se toma la temperatura al visitante, al que se le impedirá el acceso en caso de superar los 37,5 grados. Después es el momento de desinfectarse las manos y pasar el control de metales, metiendo los objetos en bolsas.
La mascarilla es obligatoria y en todo momento hay que mantener la distancia de seguridad de al menos un metro entre personas. Una vez dentro del patio principal, ante la inerte mirada del emperador Constantino, es preciso seguir las indicaciones marcadas en el suelo. Un carril para cada dirección, con lo que se pretende aligerar el flujo de visitantes y evitar aglomeraciones

Pero no todos los lugares de la cultura italiana han retomado sus actividades, ya que, entre otras razones, los protocolos de seguridad del Gobierno solo fueron aclarados en la noche del sábado y adaptarse lleva su tiempo.

Por ejemplo, no se podrá entrar al Coliseo  de Roma hasta finales de mayo y no será hasta el 2 de junio, Fiesta de la República, cuando vuelvan a permitir el acceso a los Foros Imperiales o al Ara Pacis.

Desde ese mismo día será también visitable la gran muestra de Rafael en las Escuderías del Quirinal, organizada para conmemorar el V centenario de la muerte del genio de Urbino.

En el resto del país italiano, la mayor pinacoteca, la Galería de los Uffizi de Florencia (centro) no reabrirá hasta finales de mes, aunque el 21 de mayo ya se podrá pasear por el Jardín Boboli, a espaldas del Palacio Pitti, un museo a cielo abierto con más de 300 esculturas de época clásica, Renacimiento y Barroco.

Los museos de Roma reabren sus puertas con apenas visitantes y sin turistas extranjeros

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