Puigdemont reúne a sus socios tras recular en la compra de urnas

Puigdemont reúne a sus socios tras recular en la compra de urnas
Junqueras y Puigdemont llegan a la reunión semanal del Ejecutivo catalán | andreu dalmau (efe)

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, reunió ayer a diputados de la CUP, JxSí y representantes de entidades soberanistas y les lanzó un “mensaje tranquilizador” asegurando que habrá urnas, después de que se haya declarado desierto el concurso para su adquisición.
La reunión, que fuentes soberanistas califciaron de “ordinaria”, no llegó a las dos horas y se celebró en el Palau de la Generalitat después de conocerse esta mañana que el Govern no podrá comprar urnas, al menos de momento, porque se declaró el proceso de licitación.


El Govern no concretó las alternativas para adquirir los receptáculos, pero el presidente catalán lanzó ayer, coincidiendo con la reunión, un “mensaje tranquilizador” dirigido a los soberanistas a través de Facebook: “No sufráis. El 1 de octubre habrá urnas”.


En la reunión participaron Carles Puigdemont, el vicepresidente Oriol Junqueras, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, el presidente de JxSí, Jordi Turull (PDeCAT) y la portavoz, Marta Rovira (ERC), y los diputados de la CUP Anna Gabriel, Albert Botran y Benet Salellas.

Habitual
Fuentes soberanistas indicaron que se trata de una de las reuniones habituales para la preparación del referéndum y que la de hoy no fue motivada por ningún asunto en concreto, pese a coincidir con el fiasco de las urnas.
Aunque sí que tiene un elemento extraordinario, ya que es la primera cumbre de estas características a la que se invita a la CUP, según subrayaron fuentes del partido anticapitalista, que recordaron que no les invitaron a los encuentros periódicos previos del núcleo duro de dirigentes de JxSí y del Govern.
De la CUP han asistido Anna Gabriel, Albert Botran y Benet Salellas, que abandonaron el encuentro con caras tensas y sin hacer declaraciones.


Tampoco atendieron a los medios de comunicación el resto de participantes de la reunión.
En una rueda de prensa previa a la cumbre, la presidenta del grupo de la CUP en el Parlament, Mireia Boya, expresó su “más absoluta perplejidad” por lo que considera “no explicaciones” del Govern sobre la compra de urnas y el voto exterior del referéndum, y tras asegurar que fue “bandeada” de la toma de decisiones y alertó de que su formación no tolerará mas “subterfugios ni actitudes pusilánimes”.


Por su parte, el portavoz del PP en el Parlament, Alejandro Fernández, aseguró que el referéndum que el Govern anunció para el 1 de octubre es “como el 9-N pero más cutre”.

Los mismos elementos
En rueda de prensa en el Parlament, dijo que el 1-O “tiene las mismas premisas que el 9-N pero ahora hay un profundo agotamiento de la sociedad”, y se preguntó de qué sirve querer repetir una votación como la de entonces tres años después.
Preguntado por si eso significa que el PP asume que el 1-O habrá urnas y gente votando como en el 9-N, Fernández dijo que no: “Sólo digo que hay los mismos elementos sobre la mesa”.


Detalló que estos elementos son “que no hay censo legal ni creíble, no hay Junta Electoral y tampoco garantías democráticas”, teniendo en cuenta que el recuento y la figura de los interventores recaerán en voluntarios.
“Me temo que con todos estos parámetros, la neutralidad no sería una característica fundamental”, ironizó Fernández, que añadió que lo único que se consiguió el 9-N y lo que se conseguiría ahora otra vez es hacer un ridículo internacional espantoso.

Alcaldes del PSC
Mientras el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, advirtió ayer de que los alcaldes del PSC que tomen parte en el referéndum previsto para el 1 de octubre serán sancionados siempre que “participen como alcaldes”, mientras que el PSC evitó avanzar qué medidas piensa tomar.


Sánchez, en una entrevista en La Sexta, pidió “no elevar a categoría” la “anécdota” del alcalde de Blanes, Miguel Lupiáñez, que dijo que no dejará que se celebre en dependencias municipales nada relativo al referéndum pero admitió que el 1 de octubre irá a votar y votará no. Para Sánchez, “una cosa es lo que haga como ciudadano el 1 de octubre” Lupiáñez “y otra lo que haga como alcalde”.

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