El botellón invade la plaza de Lugo y obliga a cerrar el parking público para evitar el vandalismo

El botellón invade la plaza de Lugo y obliga a cerrar el parking público para evitar el vandalismo
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Hace ya bastante tiempo que el botellón escapó de los estrechos confines de los jardines de Méndez Núñez para esparcirse por el centro de la ciudad. Los jóvenes buscan lugares donde poder montar su particular fiesta, y algunos son muy insospechados, como el paso subterráneo bajo la plaza de Lugo, donde los fines de semana, un puñado de jóvenes aparcan sus coches en la zona de carga y descarga para poner la música a todo volumen y beber alcohol. O en los soportales de la propia plaza de Lugo. Los resultados van desde las simples molestias por el ruido al vandalismo sin matices. 


La más afectada es Saite, la empresa que gestiona el parking subterráneo de la plaza de Lugo, porque los juerguistas se colaban en sus instalaciones para orinar o incluso, como señalan fuentes cercanas, para practicar el sexo en las escaleras. Según parece, las constantes micciones de los jóvenes no solo ensuciaban y apestaban las escaleras, sino que también utilizaban el ascensor como cuarto de baño, que acabó estropeándose debido al mal uso que se le daba. 

Los jóvenes bebidos se colaban en las escaleras del aparcamiento para orinar o para practicar sexo


Ante los problemas que generaba para sus usuarios, la dirección decidió cerrar el parking a partir de las diez de la noche, aprovechando un cambio en la maquinaria para instalar nuevos cierres eléctricos que solo se abren a aquellos que tienen tarjeta o ticket. De esta manera, han conseguido evitar la mayor parte de los problemas, aunque aún siguen produciéndose molestias. Por ejemplo, los jóvenes de fiesta suelen arrojar botellas o vasos desde el túnel donde celebran la fiesta hasta el inferior, que da acceso al parking. En algún momento han llegado a hacer rodar los contenedores por la rampa hasta que se estrellan contra la barrera. 

Daños en los coches 
En el exterior, se han dado casos en los que los coches estacionados en la plaza de Lugo han sufrido daños causados por jóvenes que se agolpan bajo los soportales para consumir alcohol. “La Policía Local ha tenido que acudir varias veces por ese motivo”, aseguran las fuentes consultadas. No se trata de un caso aislado. Es casi imposible disociar el fenómeno de los grupos de jóvenes reunidos para consumir grandes cantidades de alcohol del vandalismo o, por lo menos, del incivismo. En los jardines de Méndez Núñez, los daños a la propiedad se limitan a una zona verde emblemática y en donde también el aparcamiento público es escenario ocasional de incidentes  


Sin embargo, los juerguistas se han esparcido por otros puntos, como la calle Vista, donde también los vecinos soportan la suciedad de auténticos ríos de origina generados por cientos de jóvenes ebrios que se orinan en las calles aledañas que bajan hacia San Andrés. 


Pero en este caso, el problema es que la concentración de individuos es mucho mayor, y las molestias que generan se multiplican. Sobre todo, el ruido, que mantiene a los vecinos en pie durante gran parte de la noche y hasta bien entrada la madrugada. Por el momento, la presión de la Policía Local no ha bastado para disuadir a los individuos de su actitud.

El botellón invade la plaza de Lugo y obliga a cerrar el parking público para evitar el vandalismo

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