La historia de una capilla y un hospital

La historia de una capilla y un hospital
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La capilla del Buen Suceso, de fundación real, pertenecía al Concejo de la Coruña. Antiguamente se encontraba anexa al hospital de Nuestra Señora de las Angustias, por hallarse sobre su fachada principal un pasaje de la Biblia representado por la Santísima Virgen con el Cristo en sus brazos. Sin embargo, siempre se la conoció como la capilla del Buen Suceso. Así mismo, dicho hospital recibe el mismo nombre al estar unido a la capilla.
Su fundación data de mucho antes del asedio inglés de 1589, un cerco tras el que la capilla quedó destruida. El monumento será levantado de nuevo gracias al legado que hace el escribano de número de la Real Audiencia, Ares González, quien lega 800 ducados a su muerte al Ayuntamiento, para que este los dedique a la reedificación del templo, a cuya fábrica ayuda también la ciudad con la aportación de otros 70 ducados más, para poner fin a las obras de la nueva capilla.

humildad y sencillez
Esta antigua ermita se encontraba en los terrenos en los que se levantará el primer hospital de Guerra, con el que contaría la ciudad en 1626 bajo el reinado de Felipe IV y que en 1861 pasa a denominarse Hospital Militar. Hoy es una institución sanitaria del Sergas. 
Dicho hospital se comunicaba con la capilla, la cual era de un aspecto humilde y su interior estaba decorado de forma muy sencilla, pero contaba con buenas proporciones. 
En esta capilla orarán y oirán misa los procuradores a Cortes en el año de 1520, al inicio de las sesiones que se hicieron en A Coruña, durante la estancia en esta ciudad del monarca Carlos I, quien también oía misa en dicho templo.

incorporación
Cuando el Ayuntamiento cedió al Ramo de la Guerra los terrenos que ocupaban la iglesia y el hospital del Buen Suceso se dio comienzo a las obras para levantar el hospital Militar, por lo que la capilla queda incorporada a este centro sanitario y pasa a denominarse capilla del Hospital Militar en 1899. 
Aparece todavía en 1890-1891 como “capilla del Buen Suceso”, siendo su rector Sinforiano Sagrario y su vicerrector, José Álvarez. Este monumento acaba por desaparecer, posiblemente, cuando se realizó la reforma de 1946, después del incendio ocurrido en el referido hospital Militar.
Corría el año de 1903, cuando se abrió un expediente relativo al arranque de seis árboles que estaban plantados delante de la capilla del Buen Suceso, los cuales serían depositados a las puertas del hospital Militar, por orden del capitán Ingeniero, Jacobo Sanjurjo. Pero al parecer no eran estos los que había que retirar sino unos plantones colocados en la zona interior de la plaza de una anchura de 16,70 metros y pertenecientes al Ramo de la Guerra, por cuya cuestión se desató una pequeña polémica entre el Ayuntamiento y aquel Ramo.

La historia de una capilla y un hospital

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