Los padres se movilizan después de un comienzo de curso marcado por el caos y la inseguridad

Los padres se movilizan después  de un comienzo de curso marcado por el caos y la inseguridad
Los padres y alumnos se manifestaron ayer en el IES de As Moas | pedro puig

El comienzo de curso está siendo inusualmente caliente, y no solo por las altas temperaturas que se registran en A Coruña. Después de unos primeros días que consideran marcados por la improvisación y sin medidas de seguridad suficientes como para evitar el contagio de Covid-19 entre los alumnos, los padres se concentraron ayer en algunos centros formando una cadena humana en lo que es la primera de varias protestas por lo que consideran una situación de caos e inseguridad.

La convocatoria se realizó a nivel gallego, pero en A Coruña solo se llevó a cabo en algunos centros de enseñanza, como el de Adormideras o el de As Moas. Pero Dolores Blanco Sanguiñedo, presidenta de la Federación Provincial de A Coruña de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fanpa), recuerda que el objetivo es celebrarla todos los días y espera que se sume más gente a medida que pasen los días y aumente el descontento. “Muchos padres se darán cuenta del caos y el malestar irá aumentado”, predijo Blanco.

El objetivo de la Fanpa es exigir soluciones a la situación actual: incrementar las medidas de seguridad, lo que significa reducir el ratio de alumnos por aula, buscar nuevos espacios, y aumentar el profesorado: “Lo que ofrecen ahora es separar las mesas 40 centímetros. Eso no va a funcionar”. Además, la entrada escalonada a los centros, para evitar aglomeraciones, ha provocado retrasos y problemas graves de conciliación a los progenitores, sobre todo a aquellos que tienen más de un hijo y que se quejan de falta de información.

Retirada del refuerzo

La Policía Local reforzó su presencia en los centros escolares durante la primera semana, pero a partir de mañana reducirá el número de efectivos destinados a esta labor para volver a incrementarlo cuando acudan los bachilleres, la semana que viene.

En principio, desde Seguridad Ciudadana no han detectado problema ninguno, incluso en aquellos más complicados como el CEIP Labaca, cercano a vías de alta densidad y muy espaciados. “Los niños pequeños son muy agradecidos y se portan muy bien”, aseguran.

Hay que recordar que el dispositivo que se mantiene es el habitual, el de control de tráfico a la hora de entrada y salida de la ciudad, solo que reforzado con doce policías. Se atendía a a 22 centros educativos, pero a partir de mañana solo se atenderá a 14 o 15, hasta el miércoles, cuando se volverá a los 22.

Blanco recuerda que ya está programada una huelga para la próxima semana: “Tenemos incluso dudas de que se pueda empezar las clases”.

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