La caída del parapente fue la prueba de fuego del grupo acuático de Bomberos

La caída del parapente fue la prueba de fuego del grupo acuático de Bomberos

A pesar de la rapidez con la que actuaron los servicios de emergencia, el vecino de Monte Alto que se estrelló en parapente en la bahía del Orzán a las siete de la tarde del jueves no sobrevivió. Llegó al hospital, pero falleció poco después, murió horas después, sin salir de la UCI. Los médicos certificaron la muerte e Avelino V.G., de 58 años, a las 23.40 horas. Fue un final trágico para el que ha sido el primer rescate del Grupo de Rescate Acuático (GRA) de Bomberos. 
Aunque en la operación participaron otros medios, como el Helimer de Salvamento Marítimo (que supervisó en todo momento la operación), que arrojó a un buzo al agua, así como una lancha de la Guardia Civil, fueron los bomberos municipales los que llevaron el peso del rescate. Desde las rocas cercanas a la Casa de los Peces se arrojaron al agua dos nadadores, que cortaron las cuerdas del paracaídas que aún sujetaban a la víctima, que se había lanzado en parapente desde el monte de San Pedro. 
También fue del GRA la lancha de 7,5 metros de eslora con motores fueraborda que recogió a la víctima. Nada más salir del agua, el hombre entró en parada, y fue llevado inmediatamente a la playa de Matadero a bordo de una moto de agua triplaza, también del cuerpo municipal, que podía llegar a toda velocidad hasta las misma arena. 
Una vez allí, los bomberos lucharon junto con los sanitarios del 061 por estabilizarle antes de enviarlo al hospital en una ambulancia medicalizada. Así fue como acabó el primer rescate del equipo acuático de los bomberos. “Se usaron todos los medios que teníamos”, reconocen desde su parque en A Grela.  

en 2013
Este grupo especializado fue creado en 2013 durante el mandato de Carlos Negreira y sus miembros son 50 funcionarios del cuerpo municipal. Hasta ahora, su labor había sido preventiva. Son ellos los que se despliegan en la bahía del Orzán en  grandes ocasiones, como cuando los temporales amenazan el Paseo Marítimo o durante la noche de San Juan. 
 Antes del suceso del jueves, su único rescate en el mar había sido a un bañista el 2 de junio en la playa de Riazor. El hombre,  de 40 años, estaba fatigado y no podía superar la resaca por lo que era incapaz de volver a tierra por sus propios medios, fue auxiliado por dos por bomberos en traje de neopreno. El GRA también intervino en otros momentos, como cuando un surfista quiso rodar un documental en una cala del moro, o en rescates a gente que se había caído en riscos cerca del agua; pero la del parapente fue su primera actuación grave, que solo quedó deslucida por su trágico desenlace.

La caída del parapente fue la prueba de fuego del grupo acuático de Bomberos

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