Isaac Rosa | “Hay malestar porque no nos estamos queriendo bien”

Isaac Rosa | “Hay malestar porque no nos estamos queriendo bien”
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Isaac Rosa se trajo ayer al amor en su novela “Feliz final” (Seix Barral), que paseó por ciclo Letras de Otoño de la Fundación Seoane. Allí habló de un relato que duele y es necesario. Cuenta el escritor que todo tiene que ver con él y su entorno aunque la intención sea social y política. En este caso, ficciona la percepción de que su alrededor vive un malestar amoroso, de que “no nos estamos queriendo bien, que en la vida se nos está colando el estrés y que el ansia está marcando nuestras relaciones”. De ahí que el autor fuese escribiendo y leyendo, “hablando también con conocidos y extraños que querían participar” para darse cuenta de que el mal está extendido. 

Por un lado, “tenemos una educación sentimental distorsionada por la ficción, las canciones y las películas” que hace que toda historia de amor parezca una decepción y después, cree Rosa, “vivimos en unos tiempos que parece que el capitalismo es muy amoroso porque ves la publicidad y todo es amor, pero el propio sistema lo pone todo en contra”. Y así es cómo el individuo queda reducido a un ser que no profundiza, “adopta una especie de estrategia para sobrevivir, porque tenemos que ser rápidos y sin lastres y te piden que la autorrealización personal esté por encima de lo demás”. 
Isaac empieza a abordar el amor por el final. Son los protagonistas los que reconstruyen su vida en pareja para ver si encuentran momentos que les ayuden a salvar la relación que, por otro lado, peca de que “viven encerrados en su propio amor, dan vueltas en si mismos. Las hay que son así, que salen de la soledad individual y se van a una soledad de dos”. En este peregrinar por el pasado, la novela acaba siendo “obligadamente feliz”, porque arranca de la separación y termina en momentos bonitos. 


El novelista esquiva el spoiler, pero sí anima a leerla por eso de que produce cierto alivio al lector que ve que sus desamores son iguales a los del resto. Reconocerlo reconforta. 
Una de las cosas que vio en su papel de escritor sociólogo, “repartí un cuestionario y todo” es que la gente necesita hablar y poner en común. Los lectores le abren el corazón. Le cuentan de ellos mismos y confirman el malestar. 
Aunque en la historia refleja el sentir de los que tienen ahora entre 40 y 50 años, “Feliz final” no es una lectura estrictamente generacional. Toca a todos y más aún a los que están por venir y nacerán con prisa. A ellos les será más difícil luchar contra esa inercia que nos han programado.

Isaac Rosa | “Hay malestar porque no nos estamos queriendo bien”

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