La Policía Local impuso menos de 30 sanciones durante el fin de semana

La Policía Local impuso menos de 30 sanciones durante el fin de semana
Agentes municipales, vigilando el cumplimiento de la normativa | patricia g. fraga

El primer fin de semana de cierre de la hostelería se presumía tranquilo, y así fue: fuentes municipales señalan que los agentes de la Policía Local no impusieron ni 30 sanciones. Pero la gran mayoría fueron por violar la norma que impide reunirse a los que no son convivientes. “A la gente le resulta muy difícil no quedar con un amigo”, reconoce un agente municipal consultado. 

En el lado positivo, los peores temores de las autoridades no llegaron a materializarse, porque durante la noche del sábado no se produjo el aluvión de fiestas domésticas que temían a raíz del cierre de la hostelería. Por lo menos, esperaban que los universitario celebraran algún convite, pero apenas recibieron media docena de llamadas de vecinos quejándose de ruidos domésticos. A ello sin duda contribuyó el toque de queda que se había promulgado semanas atrás y que prohíbe a nadie salir a la calle pasadas las once de la noche hasta las seis de la mañana sin motivo justificado. 

Por otro lado, ninguna de las llamadas acabaron en denuncias, porque es muy difícil para los agentes municipales cazar in fraganti a los infractores: una vez la primer patrulla hace acto de presencia, la tranquilidad vuelve al edificio, aunque no descartan que en algún caso, las molestias no fueran lo suficientemente graves como para justificar una sanción.  

Demora en el cierre 
En cuanto a los locales de hostelería, tampoco se produjo ningún incidente digno de mención, excepto el viernes, cuando los agentes municipales descubrieron a algún bar que se demoraba en cerrar sus puertas durante un mes. Solo fueron un par de locales los que cometieron lo que fuentes municipales definen como “un desfase”.

En cambio, el toque de queda fue respetado casi en su totalidad, apenas unos cuantos transeúntes fueron sancionados por ese motivo, la mayoría el sábado. “Eso, en una ciudad como A Coruña, con 150.000 habitantes, eso es nada. Solo había seis personas y un jabalí en toda la ciudad”, comentó un agente. 

Así que la mayor parte de las denuncias por reunirse con un conviviente se registraron por el día, a pesar de la gran cantidad de agentes desplegados para asegurarse el cumplimiento de la normativa. Ahora que parece que llevar la mascarilla se ha interiorizado, el distanciamiento social es la prioridad. 

La Policía Local impuso menos de 30 sanciones durante el fin de semana

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