El acusado de matar a su amigo se dice inocente e insiste en que fue suicidio

El acusado de matar a un amigo en San Cristóbal das Viñas el 17 de julio de 2012, y que desde el primer momento alegó que su compañero se suicidó, ha mantenido la versión dada esta mañana tras sentarse en el banquillo al estar acusado de homicidio en una causa que será juzgada por un tribunal popular.
En la sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña ha reconocido que el arma empleada, un cuchillo, es de su propiedad, pero ha indicado que este instrumento fue el que usó la víctima, -y no él en crimen alguno-, para quitarse la vida.
La Fiscalía solicita que el acusado sea condenado a 12 años de cárcel y a pagar una indemnización de 140.000 euros al hermano de la persona muerta, el único familiar directo del fallecido que está con vida puesto que su madre, con la que convivía, murió poco después de este suceso.
El representante del Ministerio Público Juan Aguirre Seoane ha indicado que la petición de esta pena se basa en la convicción de que el procesado le clavó un cuchillo a su amigo en la parte izquierda del pecho "con la intención de acabar con su vida o, en cualquier caso, aceptando la posibilidad de que muriera".
El fiscal ha justificado que la víctima no delatara a su presunto asesino mientras aguantó con vida en el hecho de que ambas personas padecían problemas tanto de alcoholismo como de drogadicción y en que ambos contaban con antecedentes penales.
También ha aludido a que en el tipo de entorno en el que se movían los problemas "se resuelven" entre sus integrantes, que prefieren prescindir de las autoridades.
La acusación particular ejercida por el abogado Manuel Ferreiro pide 18 años de cárcel y una compensación económica menor de 60.000 euros, una cantidad con la que entiende que "quedan debidamente resarcidas" sus peticiones, ya que la "única intención" de su defendido, el hermano de la víctima, quien declarará el próximo lunes, es "demostrar la realidad".
Así lo ha indicado este letrado en declaraciones a los medios antes de comenzar la vista. Ferreiro ha destacado también las seis versiones distintas que ha dado el acusado desde el comienzo de la instrucción.
Por su parte la defensa, ejercida por Elisa Lago, ha señalado que no existe "ningún móvil ni motivo" que invite a pensar que su cliente asesinó a quien era "su único y mejor amigo".
Ha apuntado que debido a la "terminal" situación de salud del fallecido y a las enfermedades que presentaba, como VIH y cirrosis hepática, sí pudo existir en cambio un suicidio, posibilidad que según la letrada nunca se barajó por parte de la Policía, algo que ha criticado con vehemencia.
Además la letrada defensora ha manifestado que la autopsia corrobora que la herida producida por la puñalada es "compatible con un suicidio", además de hacerlo la escasa profundidad de la misma y su localización.
"Cuatro centímetros es la punta del cuchillo" y esto es lo que presenta el informe, ha puntualizado, cuando la hoja del utensilio aportado como prueba mide 27.
El acusado, que se ha declarado inocente, ha insistido en que la idea del suicidio ya rondaba en la cabeza del fallecido y ha contado que de hecho esa misma mañana le había dicho textualmente "me voy a meter un chute que me voy a quitar la vida".
Un comentario que llevó al acusado a intentar disuadirlo, siempre según su versión.
El presunto agresor y la víctima, tal y como consta en las grabaciones de las cámaras de seguridad de una gasolinera cercana, caminaban juntos esa tarde y en un momento dado el fallecido se desplomó.
Después, el acusado habría huido y ocultado el arma blanca, en base a su testimonio, porque se asustó.
La lesión alcanzó a su amigo, de 38 años, en el hígado y el estómago. Este hombre fue trasladado al Complejo Hospitalario Universitario de Santiago donde pereció dos días más tarde.
El imputado, de 55 años, fue detenido a finales de ese año.

El acusado de matar a su amigo se dice inocente e insiste en que fue suicidio

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