Un camión atascado obliga a cortar el túnel de La Marina durante ocho horas

Un camión atascado obliga a cortar el túnel de La Marina durante ocho horas
Los bomberos fueron los encargados de asegurar los cables colgantes antes de que los técnicos instalaran la nueva rejilla | javier alborés

El centro de la ciudad se mantuvo durante gran parte de la jornada de ayer bajo la amenaza del colapso debido a un accidente en el túnel de María Pita que se dio pocos minutos antes de las doce del mediodía: un camión que transportaba un cristal y que superó el gálibo, arrancando gran parte del cableado del túnel y dejando fuera de servicio todos los sistemas de seguridad. Aquello obligó a cerrar los dos ramales, tanto el de María Pita, como el de O Parrote y este último no se reabrió hasta las seis y media de la tarde. 
Fue la estructura triangular que sostiene el cristal el que chocó con la rejilla que protege el cableado. El metal arrancó de cuajo la protección y el cableado eléctrico cayó sobre la caja del camión. Sin embargo, no afectó a los sistemas del túnel, como son las cámaras, las luces, los ventiladores o las bombas que expulsan las aguas fecales. Además, el conductor que procedía de Ourense, resultó ileso. Según confesó más tarde a los policías locales, conducía prestando atención al navegador y por eso no se había percatado de que excedía el gálibo, que allí no llega a los cuatro metros. 
Aún así, fue necesario desactivar los sistemas para proceder a las reparaciones y el protocolo de seguridad obligó a cortar los túneles. Los bomberos tuvieron que recoger todo el cable caído y embridarlo antes de hacer retroceder el camión, tarea que no finalizaron hasta las dos de la tarde. Mientras tanto, la situación en la superficie empeoraba. Sin poder acceder a ninguno de los dos ramales, al tráfico solo le quedaba como salida San Andrés y el túnel de Juana de Vega hacia el Paseo Marítimo. Se desplegaron policías locales para dirigir el tráfico en puntos clave como Regidor Somoza y rúa Nueva mientras se forzaba el sistema de semáforos para acelerar la salida. A pesar de ello, las retenciones en Alfonso Molina llegaron hasta la ronda de Outeiro, y se tardaba seis o siete minutos en llegar desde Regidor Somoza hasta Salesianos, según confirmaron fuentes de la Policía Local. Igualmente se registró un tráfico muy lento en San Andrés, en ambos sentidos. 
Accidente en Panaderas 
La congestión empeoró cuando se sumó otro accidente de tráfico, esta vez en Panaderas, donde un autobús municipal golpeó un andamio, que fue necesario asegurar para evitar su desplome. Aquello  tuvo lugar a las tres y diez pasadas, según el registro de la Policía Local y causó importantes retenciones en Panaderas y más desvíos.
No solo el centro de la ciudad se veía en problemas: los trabajos de sustitución por rotura de una tubería de la red de saneamiento en la avenida de Gran Canaria, desde la plaza del Conservatorio hasta la calle del Pintor Francisco Llorens, provocaron el cierre al tráfico rodado de la vía desde mañana hasta el día 21. 
Fue necesario desviar la circulación desde las 09.30 horas, de tal forma que los vehículos que quieran acceder desde la plaza de la Tolerancia podrán circular desde la calle Venezuela hacia Archer Milton Huntington y, en sentido inverso, por Pintor Francisco Llorens para seguir por las calles Cultura, Colombia, Educación y la plaza del Conservatorio.
 Todo mejoró, por lo menos en el centro de la ciudad, cuando se abrió el tráfico el túnel de O Parrote, porque permitió descongestionar Alfonso Molina. Poco a poco, el tráfico volvió a la normalidad o casi, porque los técnicos seguirán trabajando en el túnel de María Pita durante toda la noche, con la perspectiva de poder reabrirlo a la circulación durante la mañana de hoy, para evitar más embotellamientos. l

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