Desde que corrió la noticia de que el jesuita Jorge Mario Bergoglio, más conocido desde ayer como Francisco I, se había calzado las sandalias de San Pedro, los teléfonos del centro Fonseca no han parado de recibir llamadas de felicitación y su vestíbulo, de acoger la visita de simpatizantes y feligreses que acuden a felicitar a los jesuitas. El superior de la Compañía en la ciudad, Ramón Fresneda, agradeció todas estas reacciones ante una noticia que, como él mismo reconoció, ha sorprendido a todos.
“Escoger a un sudamericano
fue un rasgo
de valentía enorme de los cardenales”
“Fue una sorpresa, porque los jesuitas ‘no podemos’ ser ni obispos ni cardenales porque nos quita nuestra dedicación, nuestra movilidad, estar dispuestos a ir a todas partes”, explica Fresneda. Y aunque el papa viaja mucho, se trata de un “carisma” distinto. Pero para esta regla existen varias excepciones: en Perú, en media docena de ocasiones, un jesuita ha ocupado el cargo de obispo. Además, desde Pío XII, el sumo pontífice siempre ha querido que hubiera un miembro de la Compañía en el colegio cardenalicio.
“No era el favorito, así que lo que no sabemos es si es el candidato del consenso o no, pero sabemos que es el primer papa jesuita de toda la historia. Eso no significa que todos vayamos a estudiar más –dijo en broma– aunque quizá sea más claro, más honesto, más sincero. Fresneda que reconoce que, en España, se conoce muy poco al nuevo sumo pontífice: “Sabemos que en España, en Alcalá de Henares, hizo la tercera promoción”. Se trata de un proceso que se afronta antes de hacer los últimos votos, cuando se pasa un mes en hospitales, acciones pastorales y estudios en el instituto. Y es que, a pesar de ser argentino, Francisco I no tiene raíces gallegas porque sus padres son italianos, como resulta evidente por su apellido.
Pero tan importante es para Fresneda que sea sudamericano como que sea jesuita: “Lo primero que me vino a la cabeza cuando me enteré es que es un rasgo de valentía enorme por parte del cónclave. Dijeron ‘ahí va’ el primer papa latinoamericano de la historia”. Y también una visión de futuro o quizá, como dice Fresneda, “el espíritu santo ha actuado” porque no hay que olvidar que el 40% de los católicos se encuentran en Latinoamérica. “Gran parte del futuro del catolicismo se va a jugar ahí, porque el incremento del cristianocatolicismo es enorme con respecto a otros continentes.