11º-16º
lunes | 6 mayo | 2024
El presidente del Consello Social, Antonio Abril, ha publicado en el número 8 de la revista U+S (Universidad+Sociedad) un artículo en relación con el último informe de la CRUE (la Conferencia de de Rectores de Universidades Públicas españolas) en que alerta de que el total de estudiantes en el país es excesivo. El organismo estatal se basa para realizar este análisis en cifras de naciones con volúmenes de población muy superiores como Alemania o Francia y en las que el total de universitarios ronda el millón de personas, las mismas que en el Estado Español. Abril hace hincapié en sus conclusiones también en la ausencia de una información homogénea sobre las principales magnitudes que permitan identificar sus comportamientos productivos y financieros.
Otro de los problemas que se destacan tanto desde el Rectorado como desde el propio Consello es el de la financiación universitaria, una polémica a la que también alude el presidente, basándose en los datos ofrecidos por el estudio. Asegura que, a pesar de que en los últimos 10 años se han multiplicado por cuatro las inversiones directas en actividades de investigación, en el sistema universitario español y especialmente en el gallego, la inversión está muy por debajo del resto de Europa. De hecho, si en el Estado representa un 1,14% del PIB, en la comunidad lo que afecta directamente a la Universidad no se prevé llegar al 1%. En otras naciones del Viejo Continente, la media está en el 1,5% del producto interior.
Tasas escasas > El informe es de esta manera extremadamente crítico con la escasa aportación de las tasas académicas a la financiación. Hasta el punto de que las considera como uno de los elementos que más incide en negativamente en el rendimiento académico de los alumnos. En esta línea, asegura que el reducido coste de oportunidad invita a los usuarios de la facultades a alargar e incluso a abandonar su formación académica antes de haberla completado.
Finalmente, apunta también que el rendimiento de las entidades educativas del país es muy deficiente, puesto que las cifras de fracaso se sitúan en torno a un 30% de los casos, aproximadamente el mismo que se estima para la educación Secundaria.
