“Negreira y yo sabemos que la ciudad acabará liderando el área, pero no a cualquier precio”

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Para el presidente del Consorcio As Mariñas, recién elegido por unanimidad, la reflexión debe ser el primer paso y, por tanto, no es solo A Coruña la que tiene que actuar. En los próximos días, se reunirá con Carlos Negreira. Antes, entre decenas de expedientes, varios teléfonos sonando al mismo tiempo y toda la resignación del mundo, José Antonio Santiso Miramontes (Abegondo, 1960) recibió a El Ideal Gallego en su despacho de la Alcaldía de Abegondo, en San Marcos, donde mostró la consistencia de sus posiciones y una fina ironía, tanto para calificar a los más críticos con el ente supramunicipal como para recordar que él ya dejó claro en 2010 que la adhesión de la ciudad al órgano comarcal no puede resolverse en dos días.

entrevista de lucía tenreiro

De la carrera política de Santiso se puede sacar lo más retorcido o lo más conciliador. De lo primero: varias mociones de censura y hasta una salida forzosa del Partido Popular. Pero, sin duda, lo más interesante es lo segundo: alcalde, diputado, conselleiro y, sobre todo, “el hombre del consenso”. Ahora, también lidera el Consorcio As Mariñas.


—Enhorabuena. Porque acaban de elegirlo presidente del Grupo de Desenvolvemento Rural de As Mariñas-Betanzos...
—Soy presidente de la Rede de Grupos de Desenvolvemento Rural de Galicia (GDR) y para ocupar ese puesto es imprescindible dirigir un GDR... Lo acepté para poder seguir negociando con el Ministerio de Medio Ambiente, la Xunta y la Unión Europea, pero con la condición de que del trabajo ordinario, del día a día, se encargue César Longo. En cualquier caso, que quede claro que no soy un ‘acumulativo’ de cargos, ya que además de los GDR de Betanzos y de Galicia, también me han elegido para dirigir el Consorcio y Terra das Mariñas. Tantas presidencias... No sé.. Aún encima no cobro por ninguna de ellas (Ríe).
—¿Cómo se las apaña? Porque el día tiene solo 24 horas...
— Los equipos son muy importantes y hay que contar con buenos colaboradores. En cada organismo, dispongo del personal necesario para los trámites administrativos. En cualquier caso, entiendo que un alcalde debe trabajar las 24 horas, y es cuestión de saber gestionar la capacidad.
—En una tesitura económica como la actual, resulta chocante la cantidad de órganos, de grupos... ¿Cómo se sostienen?
—Hay que tener en cuenta que los órganos directivos de estas asociaciones no cobran ningún tipo de retribución, ni en el Consorcio As Mariñas ni en los GDR.
— Además, el objetivo de entes como el Consorcio As Mariñas pasa por abaratar servicios, y no se entendería que su articulación implicase más costes.
—En ese sentido, le puedo asegurar que, tanto el personal como la actividad se financian, al cien por ciento, con las tasas que abonan los ciudadanos de cada municipio por el servicio de recogida, transporte y tratamiento de las basura, que, también es verdad, es de las más altas de Galicia.
—Si su financiación depende, única y exclusivamente, de las basuras, cuando un municipio adeuda dinero al Consorcio As Mariñas, esas obligaciones deben de afectar sobremanera al funcionamiento del ente.
—Los municipios también aportamos una cantidad fija al año para financiación y, de cualquier manera, confío en que los que tengan deudas de hace algunos años, que los hay, se pongan al día cuanto antes. Después, se dan casos como el de Oleiros, que no está puesto al día, pero al que la mancomunidad le adeuda una cantidad importante que lo compensa. Insisto: el servicio se sostiene al cien por ciento con tasas.
—La última vez que hablé con usted se iba a reunir con Negreira. ¿Ya lo ha hecho?
—Hemos tenido una primera toma de contacto, a la espera de que yo pueda conocer en profundidad la situación del Consorcio. Ahora, la intención es mantener una reunión la próxima semana o a principios de agosto para establecer el cuaderno de bitácora, la estrategia a seguir para hablar de interrelaciones entre A Coruña y  As Mariñas. En cualquier caso, lo que ya se puso sobre la mesa es la necesidad de un período de transición para definir las cuestiones que efectivamente se puedan consorciar. Para hablar de la integración del Ayuntamiento de Coruña en el Consorcio As Mariñas o de creación de un ente como el área metropolitana no se puede actuar como actuaron en María Pita hace unos años. Entonces, todo fueron prisas, querer sin saber qué.
—¿Como hay que actuar?
—Lo que se va a hacer a partir a ahora es estudiar qué servicios se pueden consorciar al margen de las basuras y el plan de dinamización turística, así como el de lacería, que es posible que unamos ya que la concesionaria del servicio en el consorcio es la misma que la de A Coruña. Hace muchos años que Negreira y yo hablamos de este tema, por la relación personal que mantenemos, y sé perfectamente sus ansias y sus intenciones para el área. Él y yo sabemos que A Coruña tiene que integrarse y, al mismo tiempo, liderar el área metropolitana, pero desde luego, no a cualquier precio por ninguna de las dos partes. Así, tiene que haber un período de transición en el que vayamos verificando el grado de entendimiento y, entre ambos, lograr la fusión y, si se cree oportuno, mantener ese órgano a nivel metropolitano.
—Ustedes, en el Consorcio As Mariñas, dicen que han hecho lo que han podido, y en María Pita, antes del cambio de gobierno, también decían que habían hecho lo que habían podido para completar la adhesión de A Coruña. ¿Qué piensan hacer para desbloquear el proceso y que siga adelante?
— Un buen día me encontré en una reunión en María Pita donde escuché una alocución política impresionante de Javier Losada. Es más, le di la enhorabuena por aquella, y hasta le pregunté si era suya o se lo habían hecho. Él dijo que era suya, así que le dije que si lo llevaba a cabo, yo estaría siempre a su lado pero, con el tiempo, pude comprobar que todo eran prisas, ganas de ocupar la presidencia, aunque fuera honorífica... Nosotros estábamos de acuerdo con que entrara, con que presidiera... incluso con que tuviera más del 50% para poder controlar la situación, pero tenía que decirnos en qué se iba a consorciar y dar los pasos necesarios para completar el proceso: primero, disolver la mancomunidad y arreglar los asuntos pendientes con el Ayuntamiento de Oleiros, y después, elevar el asunto al pleno para que la corporación decida. En último término, A Coruña debía explicar qué quiere consorciar y qué período de transición establecía para llegar a acuerdos. Ni más ni menos. Así, a medida que se acercaban los comicios, fui yo quien planteé a mis compañeros la necesidad de aplazar el proceso, porque este tipo de decisiones no se pueden tomar en dos días.
—¿Y ahora, qué estarían dispuestos a consorciar?
—Los servicios medioambientales y sociales porque, de momento, nadie ha hablado de obras, aunque, a medio o largo plazo, habrá que entenderse y, entre todos, buscar la financiación necesaria para la gestión del agua y crear algún organismo que sea acreedor de inversiones para la ampliación de redes o reparación de deficiencias en la canalización existente. Los servicios tienen que ser óptimos y asequibles. En tiempos de crisis es cuando los ciudadanos debemos darnos cuenta de que las prestaciones hay que pagarlas. En esto, el Consorcio As Mariñas es un ejemplo de eficiencia, un caso único en Galicia.


El Ideal Gallego-9999-99-99-999-576e62f5“Si se hacen bien
los deberes, seremos
el motor económico de Galicia”

Los ayuntamientos atraviesan un momento crítico: la crisis está afectando tanto a las arcas municipales que nadie habla ya de grandes infraestructuras. El mejor futuro pasa por la supervivencia. “Es el momento de unirse y dejar de lado los localismos”, dice Santiso Miramontes.
—¿Cómo va a influir la crisis en el desarrollo del Área Metropolitana de A Coruña?
—Los ayuntamientos tenemos que entender que determinados servicios e infraestructuras deben mancomunarse para poder mantenerse. En mi municipio, por ejemplo, no nos podemos permitir un auditorio para mil personas, y tenemos que ir al Coliseo o a Palexco, y para organizar un campeonato de natación, a lo mejor hay que desplazarse a Acea de Ama... Tenemos que unirnos, dejar de lado los localismos... Es preferible financiar el transporte a los ciudadanos para que se desplacen a otros puntos que construir instalaciones nuevas que, para lo único que nos sirven, con el paso del tiempo, es para duplicar gastos.
—Llevan años hablando del Área Metropolitana de A Coruña, e incluso establecieron plazos, pero Vigo toma la delantera... ¿Cómo se entiende eso?
—Si Vigo nos toma la delantera... me parece que está fallando la delantera, porque no se ponen de acuerdo ni para elegir presidente, y aquí ya lo tenemos, y por unanimidad. Es más, por no tener, no tienen ni servicios mancomunados. No sé qué pueden tener avanzado, al margen de una decisión de la Xunta que es poco más que una declaración de intenciones, pero aquí tenemos unos servicios en funcionamiento desde hace años y el consenso de todos.
—No le convence lo de Vigo.
—No sé si el actual modelo de área metropolitana, tal y como está estipulado, es el ideal o hay que revisarlo. Pero yo creo que el ejemplo lo va a poner A Coruña y su área, sobre todo después de comprobar, como estoy haciendo, la categoría humana y política del alcalde Negreira. La voluntad es inequívoca, por lo que estoy convencido de que el primer ejemplo de mancomunidad efectiva en Galicia va a ser la de A Coruña. Y no es que me lo haya dicho el alcalde coruñés, que sí me lo dijo, y en reiteradas ocasiones, sino porque tiene que ser el área macroeconómica más importante del país. Vigo sí, con Pontevedra, pero es que A Coruña tiene Santiago por un lado y Ferrol por el otro... y 500.000 habitantes. Ahora, con el puerto exterior se va a generar una riqueza que antes no había y si se hacen bien las cosas, si no se deja morir el comercio y se palía el exceso de grandes superficies comerciales de capital extranjero y nacional, si se vuelve a reactivar la economía de recursos endógenos, el área metropolitana de A Coruña se convertirá en el motor económico de Galicia.
—¿Qué lección deberían aprender otras administraciones del Consorcio As Mariñas?
—En el Consorcio As Mariñas, al que cada municipio se adhiere de forma voluntaria, estuvo claro desde el principio que el debate político debería quedar fuera, para otros órganos. Cualquier decisión es fruto del consenso porque todo pasa por el pleno, y en él lo mismo vale el voto de Carral que el de Oleiros. Es más, considero que en las negociaciones con el Ayuntamiento de A Coruña se le dio demasiada importancia a los votos en función del número de habitantes porque para nosotros no lo es. A la vista está que la presidencia la ocupa uno de los municipios más pequeños, lo que quiere decir que aquí es tan importante la opinión del alcalde de Abegondo como la del de Culleredo, y que para adoptar cualquier decisión debe haber acuerdo previo, porque unas veces unos ponen más y otros menos. El principio es el de la solidaridad. En el Consorcio As Mariñas siempre se han aparcado las diferencias políticas a favor del interés general.
—En el tema de la basura no siempre parecen de acuerdo.
—Cuando nos fuimos para Sogama, la directriz que había en la Xunta, del PP, era ir a Nostián. Arteixo y Abegondo, que entonces éramos los dos alcaldes del PP, dijimos que no, explicándoles al presidente de la Xunta y al responsable de la Consellería de Medio Ambiente que nosotros habíamos sido copartícipes en el derrumbamiento de Bens y teníamos que seguir al lado de quien nos había acogido durante años sin cobrar un duro, que fuera mejor o peor, debíamos estar ahí fuera de intencionalidades políticas. Es un tema que habría que sacar del debate.
—¿De verdad nunca ha habido disenso en el seno del Consorcio As Mariñas, aunque fuera de puertas para dentro?
—Al principio, cuando los censos estaban sin actualizar, había municipios que pagaban poco en relación con la basura que generaban, y alguna guerrilla hubo... pero ahí se quedó. (Sonríe).

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“Va siendo hora de buscar una fórmula que evite localismos”

¿Es necesaria una reestructuración institucional? Santiso cree que Diputaciones y mancomunidades pueden convivir. Eso sí, siempre que se autofinancien.
— ¿Órganos como las áreas metropolitanas pueden convivir con las Dziputaciones?
— Siempre y cuando no se genere otra administración más y se autofinancie. Así lo establece la Ley de Bases de Régimen Local. Las diputaciones provinciales fueron creadas para apoyar a los ayutamientos más pequeños, y el Consorcio As Mariñas surge porque los municipios que lo creamos no teníamos capacidad individual para ser acreedores de las ayudas de la Unión Europea, que en aquel momento se llamaban Fondos Pomal, el Plan Operativo de Medio Ambiente Local. A Coruña sí podía hacerlo porque tenía la población suficiente, pero nosotros no, porque había que pasar de 50.000 habitantes, y no había ninguno que lo superara. En este sentido, pueden convivir áreas y diputaciones siempre y cuando autofinancien los servicios para los cuales fueron creadas.
—Algunos sectores, incluso partidos, han planteado la necesidad de que desaparezcan las diputaciones provinciales.
—En este momento son fundamentales, pero no por las carreteras, que pueden pasar a otro ente, sino por las deficiencias que presenta el actual sistema de municipios. Va siendo hora de buscar la fórmula que evite los localismos.

“Negreira y yo sabemos que la ciudad acabará liderando el área, pero no a cualquier precio”

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