La Guardia Civil impone más de 60.000 multas en carreteras secundarias en solo diez días

Más de 60.000 conductores de todo el país fueron cazados en los últimos diez días en aptitudes irregulares al volante. Los resultados obtenidos por la Dirección General de Tráfico (DGT) reflejan la problemática que existe en las carreteras secundarias, unas infraestructuras en las que centraron su campaña especial de vigilancia de este final de año. En concreto, los agentes de la Guardia Civil se vieron obligados a formular hasta 60.303 denuncias en poco más de una semana.
Fuentes de la DGT aclararon ayer que la mayoría de los conductores sancionados recibieron las consiguientes multas “por exceso de velocidad o conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas”.
Además de esas dos lacras –que son una constante en la red viaria y más aún en plenas fiestas–, una parte importante de las denuncias impuestas por los agentes desde ese día y hasta el de Navidad tuvieron que ver con adelantamientos antirreglamentarios o conductas arriesgadas en esas carreteras. De las más de 60.000 multas, 1.017 conductores fueron sancionados por cometer más de una infracción, según informa Tráfico.
Sin embargo, las estadísticas podrían ser más preocupantes ya que se mantiene viva esta vigilancia especial en este tipo de carreteras.
En la misma participan 1.800 patrullas de agentes y los 12 helicópteros disponibles de la DGT, de los que seis ya están equipados con el radar Pegasus.
La DGT ha tomado esta determinación consciente de que las secundarias son muy utilizadas para burlar los controles en los días de excesos. A este dispositivo excepcional se suman también los controles de velocidad que están efectuando los radares móviles de la Guardia Civil en estas vías que registran al año ocho de cada diez muertes.