Breivik estudió la forma de actuar de ETA, a la que acusa de débil por temer a la muerte

 El ultraderechista Anders Behring Breivik reiteró ayer en el juicio por los atentados del 22 de julio en Noruega su admiración por la red terrorista islámica Al Qaeda por su uso de los mártires y cuyo modo de actuar ha estudiado, al igual que el de otros grupos, entre los que nombró a la banda terrorista ETA.

“La debilidad de organizaciones comunistas como ETA es que tienen miedo a la muerte. No se atreven a hacer un ataque suicida. No creen en la otra vida, esa es su mayor desventaja”, dijo el extremista.

Reconoció además que sabe que ha “destrozado” la vida de familiares de las víctimas y supervivientes y que les ha causado “dolor inimaginable”, pero que ni quiere ni puede pensar en ello.

“Si tuviese que intentar comprender el sufrimiento que he causado, no habría podido estar sentado aquí o vivir después del 22 de julio”, afirmó.

A pesar de la insistencia de uno de los representantes legales de los agraviados por la matanza, rechazó asumir la culpa. “No es posible, me derrumbaría mentalmente, tendría que eliminar los escudos mentales que tengo”, señaló. Aseguró que desde hace seis años usa una forma de meditación japonesa para anular las emociones y se comparó con un soldado “banzai” nipón en una acción suicida.