Julio y, sobre todo, agosto han dado el empujón definitivo para que el sector inmobiliario de A Coruña confíe de verdad en que se ha tocado fondo en la crisis del ladrillo y solo cabe ir hacia arriba. Si la ciudad ya estaba inmersa en una ligera recuperación del mercado de viviendas desde los primeros meses del año, la demanda de pisos para comprar en la época estival ha sorprendido por completo a los profesionales del gremio.
Si hasta el año pasado era rarísimo detectar la venta de un piso, en 2015 los inmuebles cambian de manos incluso cuando se supone que los compradores potenciales deberían estar de vacaciones.
“No es que haya muchísima agitación, pero se mueve mejor y se están firmando hipotecas”, concreta el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, Herminio Carballido. En su opinión, aunque “el alquiler predomina sobre las ventas”, “los bancos dan créditos con más fluidez” lo que permite que las familias se animen a comprar.
La misma tendencia detectan las inmobiliarias que pertenecen a la figura colaborativa de viviendas en multiexclusiva MLS A Coruña, cuyo presidente, Rubén Allegue, recalca que “agosto siempre había sido un mes muy parado pero en esta ocasión no se para”.
Así se lo ha trasladado también una entidad de crédito, que no es de las más habituales y sirve de pequeña muestra pues en quince días ha rubricado “tres acuerdos”. “La gente vuelve a comprar; tenemos expectativas de ventas”, afirma Allegue. No obstante, por su experiencia al frente de Remax Riazor y del MLS avisa de que “en A Coruña los pisos superiores a los 300.000 euros no se mueven mucho”.
“Se tocan los 200.000 pero muy poco porque la gente no suele pasar de los 150.000 euros”, zanja.