El intento de fuga de un preso hace saltar las alarmas en O Carregal

Ni en una película ni en las calles de Nueva York. El suceso, disparo al aire incluido, tuvo lugar en Betanzos. El intento de fuga de un preso de Teixeiro cuando era trasladado al centro de salud brigantino hizo saltar todas las alarmas en O Carregal. La Guardia Civil localizó al huído solo unos minutos después a doscientos metros, en el entorno de El Pasatiempo.
El hombre, considerado peligroso y esposado, echó a correr en el momento en que era trasladado desde el furgón hasta el interior del ambulatorio donde, al parecer, le iban a realizar unas pruebas, pero apenas logró avanzar unos cien metros, al ser interceptado de inmediato por la Guardia Civil.
En cualquier caso, desde el instituto armado se movilizó a un helicóptero, pero cuando este llegó, el preso ya estaba detenido y trasladado de nuevo al complejo médico para realizar la prueba prevista en una de las salas de la planta baja del Centro de Saúde de O Carregal.
El incidente reabrió el debate sobre la necesidad de adoptar medidas para evitar el traslado de reos por el medio de la ciudad, una situación “incómoda para todos”, tanto cuando acuden al juzgado, en la plaza de García Irmáns, como al ambulatorio, en O Carregal.
En 2011, el Ayuntamiento de Betanzos remitió una carta a la Xunta en demanda de una solución planteando una serie  de actuaciones en el entorno de la sede judicial encaminadas a facilitar los traslados de presos desde la Prisión de Teixeiro.
Entre las propuestas del gobierno local destacaba la posibilidad de suprimir el jardín situado en la parte trasera del edificio, por la avenida de Linares Rivas, “para crear un espazo amplo onde poidan estacionar os vehículos policiais, especialmente os furgóns de maiores dimensións” que aparcan casi diariamente en O Campo.
Ni esta alternativa ni otras recibieron respuesta alguna por parte de las administraciones gallega y del Estado.  n