Despedida del 2017 con nota

Despedida del 2017 con nota
Pinchi, atacante del Fabril, remata tirándose al suelo para marcar el gol de la sentencia ante el Toledo | rcd

El Fabril no es ningún rodillo, no pasa por encima de los rivales pero cuesta un mundo hacerle daño. La fiabilidad no es la característica más habitual de un filial pero este Fabril parece de Baviera. Fiabilidad alemana en Abegondo. Y así, poco a poco, sigue sumando. Ayer picó piedra durante muchos minutos hasta que consiguió romper el muro de un Toledo que llegaba a Galicia necesitado y se marchó con el agua al cuello.
A pesar de las numerosas bajas con las que contaba el equipo de Munúa, y ya van innumerables jornadas así, los once titulares volvieron a responder. Francis reemplazó a Álex Cobo en la portería, Quique Fornos tuvo que actuar como lateral derecho ante la baja de Blas y Raúl González ocupó el lugar del canterano como central. Esos fueron los cambios respecto al derbi ante el Cerceda. Desde el inicio del encuentro, el Fabril se mostró superior y las llegadas se fueron sucediendo a lo largo de la primera mitad.
La primera oportunidad la tuvo Pinchi, que cruzó demasiado un disparo desde la banda izquierda tras una falta sacada por Martín. El Toledo apenas inquietó a Francis. El balance ofensivo de los visitantes en el primer acto se reduce a un disparo alto y a un mal control de Héctor Figueroa en el área cuando disponía de una buena ocasión para marcar.
Los demás avisos fueron del Fabril, que poco a poco fue inclinando el campo. Ismael Díaz, con una internada por el centro, y Borja Galán, con un disparo demasiado cruzado desde la derecha, también probaron suerte en el primer cuarto de hora. A partir de ahí, el dominio se fue haciendo cada vez más evidente.
En el minuto 22 Pinchi buscó la escuadra con un tiro envenenado que consiguió despejar a córner Jon Ander con una palomita. Poco después fue Galán el que cabeceó alto un centro medido de Quique Fornos. Las llegadas se seguían sucediendo para un Fabril que martilleaba con constancia el muro visitante pero sin asestar el golpe definitivo.
Ese golpe pudo llegar en el minuto 44 en la oportunidad más clara de los blanquiazules en la primera parte. Borja Galán ganó la espalda del lateral derecho rival y puso un centro medido a Ismael Díaz, que tiró al ‘muñeco’. Jon Ander aguantó de pie y el balón se estrelló en su pierna derecha.

Superioridad
La tónica no cambió en la reanudación tras el paso por vestuarios. No habían pasado ni diez minutos y el Fabril ya había tenido dos opciones claras para abrir la lata. Ismael Díaz volvió a ser protagonista en la primera de ellas tras un centro de Pinchi que llegó mordido al corazón del área. El panameño, desequilibrado, solo pudo rematar de escorzo con la espuela y un defensa despejó con tranquilidad bajo palos. En la segunda, Romay se internó en el área por la banda derecha pero su disparo lo envió a córner Jon Ander.
Pero tanto fue el cántaro a la fuente, que acabó rompiéndose. Fue en el minuto 56. Y otra vez con Ismael Díaz en el lío. Un robo del Fabril en tres cuartos provocó que el balón le cayera al panameño en el borde del área. Con toda la tranquilidad del mundo rompió la cintura a Toño y después a Tomás para cruzar con precisión el cuero lejos del alcance de Jon Ander. Sexto gol de Ismael Díaz, que lleva tres en los dos últimos partidos en los que actuó como ‘9’ en detrimento de Uxío (único jugador de campo del filial en un banquillo repleto de juveniles).
Y por si parecía que los jugadores de campo del Fabril eran los únicos que estaban brillando, Francis se encargó de reivindicarse en el minuto 64 haciéndose enorme en un mano a mano ante Obed. El portero nigeriano achicó espacios en tiempo récord y se comió al atacante del Toledo.
El 1-0 provocó que los visitantes dieran un paso al frente en la presión y eso dificultó la salida de balón del Fabril. Aunque los espacios a la espalda de la zaga eran inmensos. Romay los aprovechó en un contragolpe pero Borja Galán se encontró de nuevo con Jon Ander tras un disparo raso. Eso sí, en la siguiente ya no hubo perdón. Ismael Díaz cayó a la banda derecha y puso un centro raso, tenso y medido para Pinchi, que entró en el segundo palo como un avión. 2-0 y nuevo capítulo de una sociedad que en los dos últimos partidos se ha repartido los cinco tantos y también las asistencias.
Los minutos finales sobraron. Fueron un rondo del Fabril ante un Toledo impotente. Incluso Pinchi se tomó la licencia de fallar un mano a mano ante un Jon Ander que impidió la goleada. Victoria sin paliativos, undécima jornada con la portería a cero y broche de oro a un espectacular 2017. Poco más puede pedir el Fabril más alemán que se recuerda. l

Despedida del 2017 con nota

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