Los vecinos de Palavea logran unir al Consistorio contra los okupas

La polémica generada por las viviendas de Palavea, en la que existen problemas de convivencia entre dos familias de okupas y el vecindario, llegará hoy al pleno municipal. La asociación de vecinos ha impulsado una iniciativa, auspiciada por el BNG, para que el Gobierno local “realice las acciones necesarias, ante los titulares y las instancias judiciales,, con el objeto de poner fin a la ocupación ilegal de los bloques de viviendas de Epamar en Palavea”.  

La idea es que la Delegación del Gobierno, a través de la Policía Nacional, se encargue del problema de seguridad Ciudadana, mientras que desde el Ayuntamiento se trata de agilizar el proceso judicial, recurriendo a la Fiscalía. Los últimos en sumarse a esta iniciativa fueron los representantes de la Marea Atlántica, porque pretendían introducir dos enmiendas. Una de ellas, con la que no estaban de acuerdo los vecinos, era rechazar la estigmatización que se había hecho de estas familias en riesgo de exclusión social. La asociación de vecinos entiende que, por su parte, no ha habido tal intención, solo la exposición de un problema. 

La unanimidad alcanzada en este caso es un muestra de la preocupación social que generan los frecuentes casos de ocupación de viviendas que se han dado a conocer. Los vecinos de Palavea hablan de sensación de inseguridad y, de hecho, el mes pasado denunciaron ante la Policía Nacional una agresión a un vecino, presuntamente a manos de uno o varios okupas. Este vecino y su familia aseguran que son acosados por las dos familias okupas. 

Violencia e inseguridad 
Para la asociación de vecinos, se trata de un problema claro de inseguridad que temen que se enquiste en violencia. 

Es por eso que se felicitan de que todos los partidos con representación municipal se muestren a favor de que la moción salga adelante y se resuelva lo antes posible. “Todas las mociones se van a integrar en la propuesta del BNG”, apuntaron desde la asociación, que esperan que las distintas medidas, que incluyen apremiar a la Sareb para que ejecute la hipoteca sobre el inmueble abandonado. 

En total, el llamado “Banco malo” sería el propietario teórico de más de 50 de los sesenta pisos que conforman los bloques de Epamar y que cuentan con cédula de habitabilidad. El resto pertenece a particulares.