Dos meses de búsqueda en Zaldibar, una crisis alejada de las portadas

Dos meses de búsqueda en Zaldibar, una crisis alejada de las portadas
Labores de búsqueda en Zaldibar el pasado mes de marzo | ep

La búsqueda de Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán sigue en el vertedero de Zaldibar (Bizkaia), cuando hoy, día 6, se cumplen dos meses desde el derrumbe que les costó la vida, una tragedia que ha pasado al segundo plano por el coronavirus. 

Hace dos meses, el derrumbe abrió una crisis medioambiental y política en Euskadi, en precampaña electoral. Ayer no hubo elecciones y la crisis es sanitaria y económica, aunque los trabajos siguen en el vertedero para vaciarlo e intentar encontrar a los dos operarios. 

Cronología
El derrumbe se produjo el jueves día 6 de febrero en un vertedero privado de la empresa Verter Recycling en Zaldibar, un pequeña localidad rural. Recibía residuos no urbanos, es decir, materiales de construcción, restos siderúrgicos, lodos de papeleras... No se sabe qué provocó el derrumbe, pero desde el primer día se supo que había dos trabajadores sepultados. Los primeros intentos de rescate fueron el mismo jueves, por bomberos y ertzainas, con palas. 

A la una de la madrugada del viernes 7 surgió la primera sorpresa: la presencia de amianto, lo que suspendió la búsqueda. El primer fin de semana, 8 y 9, transcurrió entre la desesperación de las familias ante la imposibilidad del rescate y las pocas noticias desde el Gobierno Vasco y la empresa propietaria. 

El día 10 el lehendakari, Iñigo Urkullu, convocó elecciones autonómicas anticipadas, lo que convirtió la gestión de esta crisis en una polémica política, hoy casi aparcada tras aplazarse los comicios. La oposición empezó a reprochar el silencio del lehendakari y que no acudiera al lugar de la tragedia, mientras las labores de búsqueda, ya con protección contra el amianto, se interrumpían continuamente por la inestabilidad de la ladera. 

El día 11 el Juzgado de Durango abrió diligencias para investigar el derrumbe, pero sigue sin saberse qué investigaciones ha ordenado. El miércoles 12, seis días después, el lehendakari visitó el vertedero y estuvo con las familias. 

El viernes 14 saltó de nuevo la sorpresa: los análisis detectaron dioxinas y furanos en el aire en proporciones cuarenta veces superiores a los normales, originadas en los fuegos en el vertedero. Se recomendó a los vecinos de Zaldibar, Ermua y Eibar que cerrasen las ventanas. 

El martes 18 el lehendakari se disculpó en el Parlamento y admitió errores, mientras la oposición le acusaba de soberbia y de no haber estado a la altura. 

El 19 el Gobierno Vasco contactó con varias autonomías para analizar la posibilidad de trasladar los residuos que las empresas depositaban en Zaldibar, dada la falta de capacidad de los vertederos de Euskadi. El 21 se consiguió acabar con los fuegos y el humo, con lo que se levantaron las restricciones para los pueblos del entorno.

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