El marqués de Camarasa contaba en la Ciudad Alta con dos importantes palacios: uno era el de la calle de la Veeduría y otro en la calle Herrerías. El segundo es hoy un centro escolar y el primero, que data del siglo XVI, fue, entre otros usos, hospedería del monarca Carlos I en los últimos días del mes de abril y comienzos de mayo de 1520.
La construcción del edificio era de sillería y el escudo de armas que corona en su fachada principal data del siglo XVIII, en tanto que su estilo actual presenta una similitud barroca. En este mismo edificio se instala en 1716 la Real Intendencia del Reino de Galicia.
En él tendrá asiento el capitán general hasta que se terminan las obras del nuevo palacio de la Capitanía General del Reino. En 1758 el Ingeniero Antonio Gaver renueva esta antigua edificación, a la cual se le añaden las pilastras de las esquinas, el chaflán entre las calles de Damas y del Marqués de Cerralbo y su fachada principal mirando a la calle Veeduría. Resulta así un edificio de forma trapezoide irregular, que dispone de dos patios interiores. El desnivel de las calles de Damas y Amargura condiciona su diferencia en la altura entre sus respectivas fachadas, de forma que las de la zona inferior cuentan con una planta más.
La planta principal acoge las dependencias de mayor importancia y es en ella en la que se abren las ventanas mayores. Las galerías serán añadidas a lo largo del siglo XIX, cuando se convierten en un elemento arquitectónico que se impone con fuerza en los inmuebles de la ciudad. Consta de cuatro plantas, una de ellas es un semisótano y tiene una extensión de 3.380 metros cuadrados sobre los 1.051 metros cuadrados que ocupa la parcela.
propietarios
En sus inicios este palacio pertenecía a los señores de Camarasa, que son los que construyen el inmueble a inicios del siglo XVI, pasando con posterioridad a manos de Juan de Vega, Marqués de Montaos, quien por deudas con la Real Hacienda se lo transfiere a dicho organismo. Así, en 1702 queda afecto a la Real Intendencia del Reino, sirviendo para Veeduría y Contaduría militar del Reino y dando lugar al nombre de la vía en la que se sitúa su fachada principal.
Antes de la reedificación de la Real Audiencia y de la Capitanía General, servirá de residencia oficial de su capitán general, hasta que en 1763 deja de serlo al pasar a residir este en el nuevo palacio de Capitanía. En 1842 bajo su techo acoge a los infantes Francisco de Asís y Enrique María de Borbón, los cuales desembarcan en el puerto de La Coruña procedentes de Inglaterra.
Siguiendo con sus múltiples usos, en 1851 sus dependencias acogen al Gobierno Civil, en 1859 la planta baja es ocupada por las oficinas de la Delegación de Hacienda y el resto de las plantas siguen en manos del Ejército. Nueve años después, acogerá la sede del Gobierno Militar, la Jefatura de Intendencia y finalmente la sede de la Brigada Aerotransportable, la Jefatura Logística Regional y la Comandancia Militar.
En sus instalaciones llegaron a trabajar 120 militares de graduación y diverso personal civil, pero en los últimos tiempos apenas quedaban unos 60 miembros en los trabajos de las instalaciones de aquel Gobierno Militar. El escudo heráldico que franquea su puerta principal pertenece al reinado de Carlos III. Finalmente, en la actualidad la parte lateral derecha del inmueble alberga las instalaciones del Centro Cívico de la Ciudad Alta, dependiente del Ayuntamiento coruñés, quedando el resto de la edificación todavía pendiente ser restaurada.
herrerías
Por su parte, el palacio de Camarasa de la calle de Herrerías será adquirido a aquella familia mediante una escritura que se valida primero en Madrid el 20 de octubre de 1862. Más tarde, el 10 de diciembre de dicho año, se legaliza la gestión en La Coruña.
Este inmueble fue levantado en el siglo XVIII y sus lindes estaban compuestos, por el Sur con la calle Herrerías, donde se halla la fachada principal, al Norte con el Campo de la Estrada, al Este con un callejón que salía a la misma calle de Herrerías, y al Oeste con un camino que iba a Puerta de Aires y Baluarte de Toledo, el cual desaparece en aquella época.
La fábrica se compone de planta baja y piso alto y el palacio se realizó en mampostería con luces y cornisa de cantería, con un balcón corrido también de cantería en su fachada principal. Toda esta propiedad tiene una extensión de 19.323 pies cuadrados, en su terreno cubierto y descubierto, a saber: 12.359 pies son de primera clase, y 6.964 pies, de segunda, distribuidos estos últimos en un jardín y dos patios.
El Ayuntamiento de la ciudad toma esta propiedad –señalada entonces con el número seis– por el sistema de acciones, con objeto de establecer en este inmueble el Instituto de Segundo Enseñanza. Aquellos accionistas eran dueños del edificio, ya que esta propiedad se dividió en 123 títulos de mil reales de vellón cada uno. El acto de compra se lleva a cabo por Pedro de la Encina Pantín y otros accionistas, cuyos títulos al paso del tiempo se fueron amortizando por parte del Concejo hasta quedar la propiedad en manos del mismo Ayuntamiento de La Coruña.
En la fachada principal luce un espléndido escudo de armas que data de la II República y dicha vía recibió en el siglo XIX el nombre de calle del Instituto, por albergar a la referida institución en este antiguo palacio.