El comercio en Os Mallos se reactiva con lentitud y las terrazas sufren aglomeraciones

El comercio en Os Mallos se reactiva con lentitud y las terrazas sufren aglomeraciones
Terrazas llenas de gente en Os Mallos | quintana

La puesta en marcha de la actividad comercial y hostelera tras la pandemia del coronavirus avanza de diferente forma en la ciudad. En Os Mallos, un barrio con una amplia presencia de comercio de proximidad, los establecimientos se muestran positivos pero no han despegado con la rapidez que deseaban. Así lo indica el presidente de Distrito Mallos, José Salgado. “La cosa va bien, pero lenta”, explica. Y es que dentro de la nueva normalidad de esta zona juegan un papel muy importante para su economía tanto las tiendas como los bares y cafeterías. 

“Algunos bares todavía no han abierto debido a la limitación de aforo”, indica, y añade que en ocasiones hay problemas para controlar las aglomeraciones en las terrazas. “Se juntan cinco o seis personas que no conviven juntas y no respetan la distancia de seguridad ni utilizan la mascarilla mientras están tomando algo”, explica. 

En cuanto al comercio, Salgado sostiene que tanto los propios comerciantes como los residentes de la zona respetan y dan ejemplo de cómo hay que cumplir con las medidas sanitarias. “La gente espera fuera si ya hay personas dentro del local”, comenta. Sin embargo, las largas colas que a veces se forman para acceder al interior de los establecimientos provocan que los clientes se marchen “e igual no vuelvan ya ese día por falta de paciencia, ya que no es lo mismo estar dentro mirando que fuera esperando al frío o al calor”, relata. 

El ambiente, pese a ser bueno, no es el ideal tras los meses de parón por el confinamiento. “Se esperaba una reactivación más rápida”, confirma el presidente de la asociación de comerciantes de la zona. Con la reapertura de Marineda City y el aumento de movimiento en la estación de trenes, el tránsito en Os Mallos podría aumentar, esperan. 

Sin ventajas
Desde Distrito Mallos afirman que esto sería positivo pero por otra parte temen que la competencia sea desigual entre los comercios grandes y pequeños. “Si las medidas se gestionan de la misma forma en los centros comerciales, la competencia sería justa, pero si aquí tienes que cumplir unas normas y allí no las siguen, tendrían más ventaja que los establecimientos de barrio”, aclara.

José Salgado es también el gestor desde hace 22 años del aparcamiento de Os Mallos. Este parking también ha sido testigo de cómo el coronavirus ha afectado a la actividad habitual. “Al día entraban 500 coches antes de la crisis sanitaria, y ahora, como mucho entra la mitad, que se puede considerar algo más cercano a la normalidad, pero sigue siendo la mitad de lo que había antes”, reconoce.

Distrito Mallos apoyó al comercio de la zona durante los meses de confinamiento y todavía continúa haciéndolo. Si algún establecimiento asociado tiene problemas económicos, desde la asociación ya anunciaron el pasado mes que no cobrarían “las cuotas de afiliación, porque ahora es cuando más falta hace la unión y ayuda entre todos”, explica.

En cuanto al mercado municipal de Ramón Cabanillas, Salgado manifiesta que también ha sufrido pérdidas por la pandemia, pero con la nueva peatonalización del tramo de esa calle confía en que sea más cómo ir a comprar allí.

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