La nueva crisis dispara las solicitudes de concurso de acreedores en las empresas

La nueva crisis dispara las solicitudes de concurso de acreedores en las empresas
La nueva crisis dispara las solicitudes de concurso de acreedores en las empresas

El presente 2020 está siendo un año muy complicado en todos los sentidos. La sociedad se ha visto confinada por una pandemia que ha puesto en jaque a países de todo el mundo. Asimismo, el tejido empresarial ha sufrido un potentísimo impacto por el cese de la actividad, y más en un país en el que el sector del turismo es uno de los grandes pilares de la economía.

Muchas empresas están empezando a sufrir las consecuencias del confinamiento, como también la problemática que plantea una población que tiene miedo al contagio y busca el distanciamiento del resto. El turismo cae en picado y, con esta caída, también caen las esperanzas de muchos negocios. Algo que está disparando las predicciones sobre concursos de acreedores. En 2021, las solicitudes de este procedimiento van a crecer exponencialmente.

Las empresas españolas empiezan a mirar de reojo a los concursos de acreedores

Todas las empresas que saben que es un concurso de acreedores ya tantean el terreno ante la posibilidad de que sea necesario recurrir a ellos. Estos procedimientos legales permiten dar un poco de oxígeno al negocio en caso de acumulación de deudas y de imposibilidad para abordarlas, pero también son algo que demuestra que la economía no está yendo como debería.

Durante el primer semestre de 2020 cerraron más de 130.000 empresas, y el tejido productivo ha sufrido como nunca. Tanto ha sido así que las esperanzas de recuperación hablan de un periodo largo y lento. Va a costar mucho recuperar la estabilidad, y los negocios están caminando sobre la cuerda floja constantemente. Recortes, reducciones de personal, reajustes... Hacen todo lo posible para intentar salir a flote en estos tiempos tan complicados.

Algunos están pudiendo salvar los muebles como pueden durante el verano, época más potente para el turismo. Pero, aún así, las cifras de negocio están muy por debajo de lo esperado. De hecho, el gasto turístico se ha desplomando en un 98%, porque la población internacional tiene miedo de viajar, porque no quieren contraer un virus que ha dejado en evidencia muchos sistemas.

Estos números son un peligro que ya está dejando secuela, pero que dará mucho más que hablar una vez entre en juego 2021. Las empresas que están aguantando ahora como pueden saben que más adelante tendrán que hacer frente a problemas con pagos y economía en general. El consumo desciende, los ingresos bajan y los modelos actuales fallan. ¿Cómo se busca auxilio? Solicitando concursos de acreedores para renegociar las deudas. Las estimaciones prevén un incremento realmente elevado para el año que viene, cuando la resaca de 2020 pegue con todas sus fuerzas.

¿Por qué el concurso de acreedores?

El concurso de acreedores es una figura que puede marcar la diferencia entre la quiebra y el reflote de un negocio. Se lleva a cabo cuando es necesaria la negociación y el replanteamiento de la deuda de una empresa para con sus acreedores. Algo que requiere la intervención de una figura, como también el asesoramiento de profesionales para poder llevar a cabo una buena negociación que dé el suficiente margen como para seguir desarrollando la actividad y poder capear la tormenta de las deudas.

Existe en diferentes modalidades. De hecho, hay quienes abogan por el concurso express para proceder a la liquidación inmediata de la empresa para poder evadir el pago de las deudas contraídas. Es una medida desesperada, pero una por la que abogan muchos que no encuentran otro camino a seguir. Con la sociedad disuelta, no hay entidad a la que exigir el pago y, por tanto, los dueños del negocio pueden buscar la fundación de una nueva entidad para intentar seguir adelante.

No obstante, es un remedio que se da en el peor de los casos, y en el número más reducido. Lo más habitual es que, a través del concurso de acreedores, se llegue a un punto en común entre todas las partes. De este modo, se pueden buscar otras formas de mejorar la rentabilidad, obtener más ingresos y pagar el dinero que se debe sin que se tenga que proceder con el cierre del negocio.

Aun así, si no queda otro remedio, la empresa se ve destinada al cierre. Desafortunadamente, ese es el panorama al que se enfrentan muchos de los negocios que están intentando sobrevivir este 2020. El año que viene tendrán que buscar replanteamientos de deudas para hacer frente a todo lo que se debe e intentar aguantar hasta que la tormenta amaine. Su bote salvavidas serán los concursos de acreedores, aunque a veces el oleaje sea tan fuerte que se lo acabe llevando todo por delante sin remedio alguno.

Los profesionales se preparan para un 2021 intenso

Para poder llevar a cabo los concursos de acreedores de la forma más adecuada y buscar la mayor probabilidad de supervivencia del negocio, las empresas suelen recurrir a profesionales dentro de este ámbito. Así, nos podemos encontrar figuras como la de Igor Ochoa, profesional especializado de Dipcom Corporate que domina el proceso concursal y conoce las mejores estrategias para poder amortiguar las deudas sin que haya que proceder con el cierre del negocio.

Expertos como él se preparan para un 2021 en el que se espera que se cuadrupliquen las solicitudes de concurso de acreedores, sobre todo dentro del sector hotelero. Van a tener más trabajo que nunca, porque las empresas saben que la única forma de tener un mayor porcentaje de éxito en estas situaciones tan difíciles es contando con verdaderos profesionales de tu lado, y no van a dudar en recurrir a ellos.

Se avecinan tiempos difíciles a todos los niveles, y los negocios del país lo saben más que de sobra. Llega el momento de adaptarse y de intentar buscar el camino para evitar la tortura de la crisis que está empezando a golpear en todos los sectores. Se puede sobrevivir, pero no va a ser una tarea ni fácil ni sencilla, va a requerir mucha voluntad y recurrir mucho a esta figura tan útil. Veremos cómo avanza este 2021 que arrastrará las consecuencias del coronavirus.

La nueva crisis dispara las solicitudes de concurso de acreedores en las empresas

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