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martes | 16 abril | 2024
Hoy día mundial en defensa
del medio ambiente no está
de más mirar al cielo, hacia los lados,
hacia abajo y reflexionar...
Abierto por domingo josé maría villot
Hoy se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente
Como el jefe indio Seattle es uno de los iconos del movimiento ecologista, conviene recordar la carta que envió, en el verano de 1.854, al Gran Jefe Blanco de Washington, en la que pedía el precio de campos y ríos; montes y bosques donde moraban las Naciones Indias, para entregarla a los colonizadores blancos.
¿Cuánto vale el aire, el agua? > La respuesta del Gran Jefe es referencia y guía de muchas organizaciones ecologistas. Y esta es, resumida, su respuesta:
¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? ¿Cuánto vale el agua de los ríos, el aire que mueve los árboles, cada gota de lluvia en el bosque
? No podemos vender nada pues no somos dueños del frescor del aire ni del fulgor de las aguas.
Somos parte de la tierra y, asimismo, ella es parte de nosotros: las flores perfumadas son nuestras hermanas; el ciervo, el caballo, las águilas; los escarpados montes y los húmedos prados. Todos pertenecemos a la misma familia.
Miremos a nuestro alrededor > Mientras desde el gobierno gallego nos piden que se use el agua con responsabilidad y alertan de que vivimos la primavera más cálida desde hace cuarenta años y nos llegan los ecos de tsunamis, terremotos, desastres nucleares, crecidas y desbordes de mares y ríos, quienes no usan con responsabilidad el agua y el monte el eco sistema, en definitiva o, peor aún, los que niegan los peligros del cambio climático ponen venta el aire, el agua... la vida.
No hay buenas noticias: No se ha reducido la emisión de gases de dióxido de carbono a pesar de las promesas de Kyoto; en la Xunta quieren poner precio al agua, privatizarla vamos, y vender el mar por parcelas
Pero no inventan nada pues ya nos informan los periódicos que Barcelona acoge la mayor feria mundial de comercio de emisiones de CO2
que, como saben, se compra y vende
Los que contaminan, cambian por dólares o euros, a los países pobres que o mueren de hambre o mueren envenenados
Adega acusa > Que el reciente concurso eólico continua iluminando monstruos: una batería de parques eólicos pretenden coger sitio por todo el país y tanto da que sea sobre espacios propuestos para ampliar nuestra ya escasa Red Natura Galega como en humedales inventariados; paisajes costeros de interés, ya catalogados, o áreas de especial riqueza arqueológica.
Todo sea por seguir produciendo megavatios a costa de convertir el territorio en un inmenso parque eólico y seguir engordando los escandalosos beneficios de las eléctricas.
Tal vez sea oportuno recordar que una juez en León lleva al banquillo a un jefe de la eléctrica Enel por abrir un parque eólico sin permiso en una zona de cría del uruguayo y le ha impuesto una fianza de un millón de euros para hacer frente a los daños ecológicos si, finalmente, es condenado.
Aquí, en Galicia, varias comunidades de montes se quedan sin ayuda para la prevención de incendios. Es por la crisis, ha dicho el Conselleiro, luego de cobrar este mes su paga
La ponen puertas al mar > Puertas o jaulas. Lo dicho: primero fueron los molinillos que nos tienen ya hasta el remolino y ahora son las jaulas en el mar el negocio emergente.
La asociación ecologista denuncia la decisión de la Xunta de declarar la acuicultura de interés público de primer orden pues solo obedece a los deseos de las multinacionales del sector pesquero pero no a los intereses del conjunto de Galicia
Y es que, para Adega, esta actitud de la Xunta responde únicamente a los intereses de empresas como Pescanova que intenta implantarse en espacios emblemáticos de nuestras costas como cabo Touriñan.
La asociación ecologista galega denunciará ante la Unión Europea los espurios manejos de la Xunta con la acuicultura...
Aunque no hay mucho que celebrar, podemos mejorar el futuro convirtiéndonos con acciones cotidianas en activistas a favor del medio ambiente: desde seleccionar la recogida de basura hasta no degradar nuestros parques y jardines, a la vez que vigilamos a los gobernantes para que no vendan la tierra, el agua. ¡La vida!
No hagamos el indio. Que no nos traten como a los sioux.
