El planteamiento inicial con el que el Gobierno de España anunció su “autorización” para que los niños pudieran salir de casa a partir de la próxima semana no convenció a muchos padres, que cuestionaron la medida desde el mismo momento en que escucharon a la portavoz, María Jesús Montero. Incidían en la contradicción que suponía impedir un paseo por las inmediaciones de las casas en las que los menores llevan aislados desde hace casi cinco semanas, pero sí autorizarlos a ir al supermercado u otros establecimientos similares, que son espacios cerrados, y donde, pese a las estrictas medidas adoptadas por las autoridades sanitarias, aumenta el riesgo de contagio, “más aún en los de menor edad, que intentan tocar absolutamente todo, que exploran el mundo con las manos y la boca”, explica Marta, una madre inquieta por las medidas adelantadas a mediodía por Montero y matizadas después por el Ministerio de Sanidad a través de su máximo responsable, Salvador Illa.
Como ella, cientos de ciudadanos advirtieron de que, de mantenerse las condiciones apuntadas por la ministra, “seguiremos en casa porque al súper no lo llevo” mientras no se minimicen los riesgos por el Covid-19.
También los expertos se expresaron en términos similares instando a reconsiderar la situación, a lo que acabó accediendo el Gobierno de Sánchez. “Salir a tomar el aire, que nos dé el sol, caminar, mirar al horizonte, el ejercicio físico o el contacto con el exterior tienen numerosos beneficios en la regulación del estado de ánimo, las endorfinas, alivio del estrés”, explica una psicóloga que, en cualquier caso, señala que para los niños “lo más importante es siempre el entorno”, tanto a la hora de salir a la calle como durante la cuarentena y, sobre este particular, advierte a los adultos que conviven con el menor durante la alarma por el Covid-19.
Estabilidad
“Si nosotros lo vivimos con ansiedad y preocupación, eso afectará a los niños, mientras que si el entorno es estable y seguro, las cuestiones físicas y académicas que impone el confinamiento se resuelven sin complicaciones”, añade en relación a la situación escolar derivada de la crisis, otra de las cuestiones que inquieta a los vecinos de A Coruña, como a los de toda España.
En las casas, mientras los adultos anuncian y rectifican, los más pequeños han iniciado su particular cuenta atrás para salir, animados por ese instinto incontenible por correr y por jugar, pero sorprendentemente conscientes, aunque a su manera, de las consecuencias de una crisis nunca vista como la del Covid-19.
Ahora, tras lo matizado por Illa y a la espera de conocer al detalle cómo, todo apunta a que son cinco los días que les quedan para pisar la calle y pasear a los os 6,8 millones de menores de 14 años que residen en España.