Netanyahu advierte a EEUU sobre los efectos de un “mal acuerdo” con Irán

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advertía ayer a Estados Unidos de las consecuencias que, a su juicio, puede tener “un muy mal acuerdo” con Irán sobre su programa nuclear e insistió en que Teherán siempre será “un enemigo” para ambos países.
Durante un polémico discurso ante el Congreso de Estados Unidos al que Netanyahu accedió después de recibir los abucheos de varias personas concentradas, el líder alertó a los legisladores de que el pueblo judío sufre “otro intento de destrucción” por parte del gobierno iraní, mientras las potencias del G5+1 se sientan con él para negociar un acuerdo.
El primer ministro señaló que “en ausencia de un cambio dramático, sabemos con certeza que cualquier acuerdo con Irán incluirá dos importantes concesiones”. Explicó que la primera de ellas provocará que el país islámico obtenga una “vasta infraestructura nuclear” al concederle el tiempo suficiente para acumular el uranio o el plutonio necesarios para desarrollar una bomba: “Según el acuerdo, no sería demolida ni una sola instalación nuclear. Miles de centrifugadoras utilizadas para enriquecer uranio permanecerían funcionando. Miles más se desconectarán temporalmente, pero no serán destruidas”.
Para el representante israelí, “este acuerdo no acabará con las armas. Acabará con el control de las armas”. Netanyahu puso el acento sobre una de las disposiciones tratadas en las conversaciones del acuerdo sobre el levantamiento de restricciones a Irán en un década si cumple los requisitos.
Asimismo, se refirió a la nueva amenaza del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Oriente Medio: “El régimen de Irán es tan radical como siempre. (...). La batalla entre Irán y el Estado Islámico no debe convertir a Irán en un amigo de Estados Unidos”, reiteró Netanyahu, sobre el riesgo que supone el grupo yihadista, también enfrentado con el gobierno iraní. En lo que respecta al EI, el jefe de estado habló de que “acabar con el EI y dejar que Irán consiga armas nucleares sería ganar una batalla, pero perder la guerra”.
Netanyahu comenzó su intervención con amables palabras para el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en un intento de limar asperezas después de que no se notificara a la Casa Blanca su visita a Washington, como indica el protocolo, y atendiera solo a la invitación unilateral del presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner: “Apreciamos todo lo que ha hecho el presidente Obama por Israel. (...). Pero algunas cosas que ha hecho por Israel nunca se sabrán por tratarse de asuntos delicados”, explicó el primer ministro.