El secretario general de la ONU, António Guterres, insistió en la necesidad de buscar una salida política ante las amenazas nucleares de Corea del Norte y advirtió de las “espantosas” consecuencias de potenciales acciones militares.
Guterres, en una declaración ante los periodistas, pidió evitar una escalada de las tensiones en la península coreana y alertó sobre el riesgo de que haya “errores de cálculo” si prosigue la “retórica de confrontación”. “La solución debe ser política. Las potenciales consecuencias de una acción militar son demasiado espantosas”, señaló Guterres.
El responsable de la ONU ofreció su declaración un día después de que el Consejo de Seguridad se reuniera por décima vez este año para analizar el desafío nuclear del régimen de Pyongyang.
Nuevas sanciones
El consejo está analizando la posibilidad de aplicar nuevas sanciones a Corea del Norte a raíz de la explosión de una bomba nuclear el pasado domingo, el sexto ensayo atómico de Corea del Norte en algo más de una década.
El Pentágono respondió que el régimen de Pyongyang se expone a una “gran respuesta militar”, “eficaz” y “aplastante”, ante cualquier amenaza contra Estados Unidos, sus territorios en el Pacífico o sus aliados.
En sus declaraciones a los periodistas, Guterres reiteró varias veces la necesidad de reducir las tensiones a raíz de estas pruebas nucleares norcoreanas, así como la dialéctica belicista, y promover soluciones políticas.
“Las guerras no suelen comenzar con decisiones tomadas por las diferentes partes para ir a la guerra”, afirmó Guterres, y, recordando cómo estalló la I Guerra Mundial, señaló que suelen tratarse de conflagraciones que suceden “paso a paso”.
Por otra parte, la ministra de Defensa de Francia, Florence Parly, señaló que el ensayo nuclear de Corea del Norte y sus “múltiples provocaciones balísticas de este verano constituyen una amenaza agravada para la paz y la seguridad regional e internacional”.
Indicó que Europa estará “mucho antes de lo previsto” al alcance de los misiles del régimen norcoreano, y que no se puede descartar que se produzca un “derrape” que termine en un gran conflicto. Eso, en su opinión, “consolida la necesidad para Francia” de mantener su fuerza de disuasión nuclear.