El sector inmobiliario avisa de que la subida de la demanda ha dejado a la ciudad sin pisos para estudiantes

Los promotores inmobiliarios se quejaban hace unos días de que la parálisis en la concesión de licencias de la construcción por parte del Ayuntamiento está dejando sin stock de vivienda nueva para comprar a A Coruña. Sin embargo, en las últimas semanas la demanda de pisos en alquiler ha revelado otra problemática del parque de casas en la ciudad: no existen suficientes apartamentos destinados a que vivan los estudiantes universitarios.

El presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de A Coruña, Herminio Carballido, reconoce que hace meses que se empezaron a mover las solicitudes de pisos por parte de los alumnos de la Universidad y que en la actualidad “prácticamente” no queda nada disponible. “No hay pisos de alquiler, hubo gente que tuvo que pedir a otras personas irse con ellos”, asegura el representante del sector, que ha conocido directamente algunos de estos casos. La prueba de que sí queda algún cuarto suelto pero no viviendas enteras se puede encontrar en lugares frecuentados por los alumnos, como por ejemplo el campus de Elviña.

En las farolas y paredes del entorno de las facultades se pueden ver anuncios buscando compañeros para llenar una habitación disponible y compartir gastos pero, eso sí, hay menos movimiento que en años anteriores.

Supuestamente a estas alturas el stock está agotado, algo que Carballido achaca a que “hay más estudiantes” en la ciudad. No se debe únicamente a un crecimiento en la matrícula de la institución académica, sino también al cambio de perspectivas de algunos estudiantes con respecto a años anteriores.

Intento de asentarse
Hay casos en los que la recuperación paulatina de la crisis económica vuelve a permitir que las economías familiares inviertan en que los hijos estudien fuera residiendo allí donde van a clase.

Por otra parte, el presidente de la entidad colegial destaca que “algunos estudiantes que iban y venían otros años”, tanto de la comarca de Ferrol como del área metropolitana de A Coruña –en muchos casos de los ayuntamientos más alejados–, han decidido apostar por afincarse en la localidad aunque solo sea por unos años más.

“Las idas y venidas no permiten centrarse en los estudios”, cuenta Carballido, sobre algunas de las explicaciones que se han topado los profesionales de este ámbito inmobiliario.

El experto asegura que el parque de vivienda no se ha modificado en los últimos tiempos, ni a la baja ni al alza. Por eso, este incremento de la demanda frente a una cantidad de inmuebles muy similar a la que existía durante la recesión ha acabado agotando las posibilidades.

“Aquí no hay residencias públicas porque la de la Diputación todavía no estará para este curso y prácticamente no hay pisos”, insiste. Por ello, la última estrategia de la que están echando mano en las agencias es la de intentar convencer a aquellos dueños que ofrecen sus propiedades para familias o particulares que trabajen para que accedan a abrirlas a estudiantes a corto plazo.
Miedo a los daños

“Tienen miedo de que deterioren los pisos porque se pongan de pie en los muebles” o hagan fiestas y causen inconvenientes. Situaciones como las vividas hace unos días en la Ciudad Vieja, por una novatada que acabó en actos vandálicos no ayudan.
No obstante, el sector defiende que el arrendamiento a los universitarios es más inmediato que a las familias y quizá no son tan exigentes con el estado de las casas. “Si pedimos una serie de garantías se puede hacer el alquiler a estos clientes y hay algunas personas que están pensándolo”, subraya Carballido. Después de todo si se necesita ingresar una renta mensual, cualquier inquilino puede ser bueno.