La hermana de la mujer ahogada en Carnota descarta que entrase en el agua por voluntad propia

La hermana de la mujer ahogada en Carnota descarta que entrase en el agua por voluntad propia
El acusado declaró que está enfermo de cáncer susy suárez

El expolicía acusado de ahogar a su novia en la playa de Carnota compareció ayer ante la sección segunda de la Audiencia Provincial en el primer día de su juicio por el homicidio de su pareja, María Dolores Villar, una mujer que, en palabras de su hermana, en el momento de su muerte “estaba muy débil y apenas podía cargar con ningún peso, y además, tomaba medicación que le había recetado su médico para su depresión”. En cuanto al acusado, tampoco pasa por su mejor momento: se presentó ante el juez con la cabeza rapada y barba. Cuando la fiscal le preguntó por qué había cambiado de apariencia, él le replicó: “No me lo he cambiado yo, me lo ha cambiado la vida. Tengo cáncer”.
Además de a su enfermedad, el expolicía se enfrenta a la petición de 16 años de cárcel por los delitos de robo con fuerza y homicidio agravado que él niega haber cometido. Por contra, tanto la fiscal como la acusación particular se esforzaron ayer por trazar de él un perfil siniestro, el de un hombre que inició una relación con una mujer únicamente por dinero, y que se aprovechó de ella durante los meses que duró su relación, robándole por lo menos en una ocasión hasta que por fin la mató, no sin antes hacerle un seguro de vida.
La víctima acababa de salir de un centro psiquiátrico y se medicaba. Apenas se alimentaba y de hecho, según su hermana, “solo comía yogures bio y semillas de sésamo”. Subsistía, dijo, gracias a una pensión que le había dejado su marido y de la venta de unas propiedades. A pesar de ello, presumía de posibles y siempre salía muy arreglada a la calle. “Era muy mentirosa, decía que era secretaria judicial del Tribunal Supremo, que si era jueza...”, recuerda el acusado, mientras que su hermana reconoce que “le gustaba enmascarar la realidad”.
El acusado la conoció a través de un anuncio de búsqueda de pareja y fue a visitarla a Madrid, donde residía “en algo que no era un apartamento, una habitación pequeña con un cuarto de baño”, según explicó que el procesado. Ante su puerta dormía un amigo suyo, un septuagenario.

seguro de vida
Tras quince días viviendo con ella en esas condiciones (el acusado dice que como pareja, aunque dormían en habitaciones separadas), el expolicía volvió a A Coruña, donde continuó su relación con la mujer natural de Carballo. La hermana asegura que la trataba de forma fría, e incluso “caminaba separado de ella” por la calle. Tras un viaje a Tenerife, María Dolores firmó en mayo un seguro de vida a favor del acusado y otro en el de su amigo.
En agosto de 2008, aunque según él su relación estaba rota, accedió a llevarla a Fisterra con sus amigos, aunque cambió de opinión y le pidió que la llevara a Carnota a tomar el sol. Poco después, aparecía ahogada, algo extraño en una mujer que, según su hermana, “nunca se bañaba en en el mar porque estaba muy débil”. La relación había durado menos de cinco meses. 

La hermana de la mujer ahogada en Carnota descarta que entrase en el agua por voluntad propia

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