El cantante de Jarabe de Palo señala que están a cien de llenar en su ciudad y que pocas más veces habrá para recordar los 20 años de un grupo que empezó cantándole a una flaca del color negro de La Habana y que estará el 27 de octubre con esa y otras muchas en el Playa Club: “El 1 de enero se acabó”. Donés se encuentra bien porque de lo contrario “mal asunto”. Viene de publicar disco y libro y ahora toca gira. La compaginará con sesiones de quimio, sin dejar que el cáncer centre su vida. Solo lo mínimo porque “es un tema importante sí, pero hoy estoy y mañana no, así que sigo pensando en proyectos discográficos y libros, en otras cosas que están y no en cosas que no están”.
Con esta premisa clara, avanza y no deja que el miedo entre. “Yo no soy médico”, señala, pero su receta va por ahí: “Vivamos sin miedo” y en esas, Pau cuenta que afronta la vida con honestidad, “dándole el valor que tiene, con ganas, ya no tanto con valentía, pero disfrutando”. De esta manera, coge un papel y escribe un tema: “Tengo una carpeta llena de cosas”, pero no revela su contenido. Se lo guarda para el año que viene. Ahora solo responde a lo que ve delante, que es el otoño y una furgoneta aparcada para salir: “Aclaro que no me retiro. Un músico nunca se puede retirar, solo paro y me voy por ahí”.
Tiene un montón de cosas que hacer: “Aprendí a hacer surf y ahora quiero retomar las clases de cocina, comprar el pan e ir al cine” y no ver los estrenos desde el asiento de un avión. Antes, recuperará esa colección de joyas con acordes que le pusieron banda sonora a estos dos decenios. Recuerda el principio de Jarabe con “cariño”, pero no lo tiene muy presente porque Pau vive las 24 horas del día, en ocho está dormido y el resto no piensa en el pasado. Tampoco en el futuro. Solo en el aquí y en el ahora.
Eso sí, se adelanta unos días en el calendario para pronosticar en la ciudad un “show divertidísimo para cantar con la gente los 20 años y decirles que nos vamos”. En todo este tiempo, están los primeros que se engancharon al grupo y también los hijos, “a nuestros directos vienen muchos niños y eso es estupendo”.
Volverá con más música, promete, lo que no se atreve a decir es “cuándo ni de qué manera”. Al mismo tiempo, su actitud ayuda a los que pasan por su misma situación. El cáncer aún es tabú porque “da miedo y lo que da miedo, lo intentas apartar”. Para Pau es cuestión de saber de qué va el asunto y asumir que “en algún momento hay que morir”. Y no pensar. Solo disfrutar.