El Real Madrid peleará por su cuarta Copa consecutiva

El Real Madrid peleará por su cuarta Copa consecutiva

El Real Madrid peleará este domingo por su cuarta Copa del Rey consecutiva después de imponerse en semifinales al Baskonia en un intensísimo partido que tuvo que resolverse en la prórroga (103-99), en la que confirmó su triunfo tras el gran duelo de Sergio Llull (23 puntos) y Luka Doncic (23) contra Rodrigue Beaubois (27) y Adam Hanga (19).

Bailó sobre el alambre en cuartos ante el MoraBanc Andorra y volvió a hacerlo en semifinales contra el Baskonia, pero después de 90 minutos de juego el Real Madrid intentará conquistar la primera Copa de su historia en Vitoria. Fue un duelo épico que tenía más que cuesta arriba a falta de poco más de tres minutos (84-77), pero Llull volvió a aparecer cuando más quemaba la bola e impulsó a su equipo a otra prórroga donde ya no perdonó.
 
Ambiente de partido grande, de final, ya los aledaños del Fernando Buesa Arena dejaban claro que no solo era un partido importante: también era vital. Se repetía el '¡No era campo atrás!', convertido en el cántico del torneo, y cuando la pelota subía al aire Pablo Laso y Sito Alonso ya se habían buscado las cosquillas: Ilimane Diop titular, Carroll defendiendo a Larkin y Hanga a Llull. El cuarto duelo de la temporada entre ambos equipos exigía novedades.
 
Con el recinto caldeado hasta el punto de ebullición, el primer cuarto fue de tanteo y el Baskonia lo ganó a los puntos gracias a Larkin, todavía contagiado por su exhibición en cuartos, y a Bargnani, que embocó dos triples e hizo soñar con su primer tarde grande en Vitoria.
 
Se enganchaba el italiano con Gustavo Ayón en un rebote, no era duelo para pamplinas, y Llull no entraba en juego (-1 de valoración en el primer parcial). 7 rebotes en 7 minutos de Voigtmann impulsaban al equipo local (20-15).
 
Pero Laso se guardaba su as más joven bajo la manga y lo puso en juego al inicio del segundo cuarto. En su primera Copa como jugador franquicia, Luka Doncic salió como quien juega en el patio del colegio y apenas se despeinó para sumar 13 puntos en el segundo cuarto. No encontraba el Baskonia el jugador adecuado para defenderle y el esloveno se relamía, le bastaban cinco minutos para erigirse en máximo anotador de la tarde con la complicidad de Anthony Randolph (20 puntos), el héroe de cuartos.
 
Lejos de achantarse por el ambiente adverso, el Real Madrid se creció con cada silbido, empezó a apoderarse del rebote y apretó en defensa hasta permitirse su capricho favorito: correr. Ocho puntos al contraataque y la buena defensa de Taylor sobre Larkin, repitiendo lo ocurrido dos semanas atrás en la Euroliga, elevaron al tricampeón a un parcial impecable (13-29). La 'maldición' del anfitrión planeaba al descanso (35-44).
 
 
EL BASKONIA REMONTA Y LLULL VUELVE A SER SU VERDUGO
A la vuelta del vestuario alcanzó el Madrid su máxima renta (37-50, min.22) y la dificultad de la situación templó a Hanga, algo acelerado hasta el momento. El 'húngaro volador' empezó a medir la intensidad de sus acciones, a hacer daño dentro y fuera, a lograr que todo un pabellón creyera en la remontada.
 
De su mano llegó un parcial de 11-0 que devolvió el equilibrio al marcador (48-50, min.25), justo ante de que Diop, la gasolina emocional del equipo vitoriano, se fuera al banquillo al cometer la cuarta falta personal. Randolph, siempre frío como un iglú, le puso un tapón de escándalo a Budinger cuando el alero iba a completar un 'alley-oop' de espaldas. Una de las jugadas del torneo, a la que se agarró su equipo para volver a estirar el marcador con sendos triples de Llull y Rudy Fernández (52-61).
 
Corazón le puso el equipo vasco para no rendirse al segundo empellón de su rival, mucho corazón, pero también la suavidad que emana de cada lanzamiento de Rodrigue Beaubois. El alero francés fue el mejor de los suyos y anotó tres triples casi consecutivos que llevaron el delirio a la afición local. El Baskonia se puso por delante (73-72, min.33) y no se bajó de la ola buena para, con un nuevo triple de Larkin, alcanzar su máxima renta a falta de cinco minutos (84-77).
 
Y la mantenía dos minutos después, pero apareció Llull para liderar un parcial de 0-7 y dejar el partido casi equilibrado a falta de un minuto largo (87-86). Canasta de Beaubois, otro triple del balear, y partido empatado a falta de 35 segundos (89-89). El referente de cada equipo tuvo su opción, pero tanto Larkin como Llull fallaron desde la larga distancia y el partido desembocó en la prórroga.
 
En el tiempo extra, al que el Baskonia llegó con la lengua fuera, Gustavo Ayón golpeó dos veces con el inmejorable recurso del '2+1' y Nocioni no tuvo piedad de su antigua afición para anotar un triple que ponía el último clavo en el ataúd del equipo vasco. El Madrid, con más vidas que un gato, volvía a la final y alargaba la 'maldición' del anfitrión.

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