Cientos de kilos de basura marcan el último gran botellón del curso

A primera hora de la mañana, como es preceptivo, el dispositivo especial de la concesionaria de limpieza Cespa hizo acto de presencia para retirar los restos de los excesos alcohólicos cometidos por los estudiantes. Muchos habían bebido para celebrar (u olvidar) su actuación en la selectividad y con ella, el fin de los exámenes y el comienzo de un largo verano lleno de diversión. .El resultado fueron cientos de kilos de plásticos y cristales abandonados en el suelo y los bancos y que tuvieron que recoger los operarios.
Todavía algún grupo de juerguistas rondaba por los jardines cuando comenzó la hora de la limpieza, pero lo cierto es que la asistencia al botellón no fue tan grande como se esperaba porque el tiempo no ayudó: durante toda la noche lloviznó intermitentemente, lo que desanimó a algunos de los que solo estaban dispuestos a mojarse por dentro. Tampoco se registró por la Policía Local ningún incidente digno de mención.
Alcohol y menores
Según fuentes municipales, el fenómeno del botellón se ha estancado en los últimos años, desde que se trasladó a los jardines de Méndez Núñez y aparte de las esporádicas peleas, no se registran incidentes. El mayor problema que representa es la gran cantidad de alcohol que se consume en él, en algún caso por menores de edad.
El Ayuntamiento siempre ha mantenido una actitud ambigua ante este problema. La concejala de Participación Democrática, Claudia Delso, señaló que no se ha incrementado el número de menores sorprendidos por la Policía Local bebiendo. La cifra no llega a cien. También aseguró en su día que las cantidades de basura descendieron, y que a día de hoy no llegan a las dos toneladas excepto en tres o cuatro ocasiones, coincidiendo siempre con fiestas universitarias. El Ayuntamiento ha tratado de reconducir a los jóvenes a otras actividades, con menos consumo de alcohol, con escaso éxito. l