Los pluviómetros recogieron durante el otoño en A Coruña solo un 38,2% de agua respecto a lo habitual

Los pluviómetros recogieron durante el otoño en A Coruña solo un 38,2% de agua respecto a lo habitual
El nivel de la presa todavía se mantiene por debajo de lo que sería habitual por estas fechas | javier alborés

La Agencia Española de Meteorología (Aemet) estuvo echando cuentas sobre el pasado otoño, recabando los datos de las estaciones dispersas por toda Galicia, y llegó a la conclusión esperada por todos: que el otoño de 2017 fue uno de los más cálidos de la historia. O por lo menos, de la serie histórica que maneja la Aemet, de 1981 a 2010. El portavoz de la agencia en Galicia, Francisco Infante, señaló que se trata del segundo otoño más seco a nivel autonómico, mientras que a nivel local, podría situarse entre los primeros. “Desde luego, entre los cuatro o cinco más secos”, añadió el experto: solo ha llovido un 38,2% de lo normal.
Eso ha provocado que los coruñeses miren con preocupación el nivel del embalse de Cecebre, aunque poco a poco se está recuperando, gracias a las lluvias que han caído este mes. “Todavía no sabremos si será un año récord en escasez de precipitaciones, habrá que esperar”, apuntó Infante. De momento, las aguas siguen subiendo. Según el último dato de la Empresa Municipal de Aguas (Emalcsa) ya llega al 45%, después de haber rondado cerca del 33% hace solo trece días. A pesar de todo, se mantiene la alerta por sequía, lo que significa que los servicios de limpieza municipales no llevan a cabo baldeos y que el agua de las fuentes públicas está cortada, porque todavía falta mucho para que A Coruña, y Galicia entera, se recuperen. Gran parte de la culpa la tiene precisamente ese otoño tan seco.
Un mes cálido
Seco y cálido. En A Coruña, la temperatura media del otoño fue de 16.4 grados centígrados, solo 0,4 por encima de la media, lo que para muchos ha resultado imperceptible (la temperatura máxima fue de 31 grados y se registró el  15 de octubre mientras que la mínima fue de 4,6, el 30 de noviembre). Pero lo que sí fue fácil de notar es que no llovía nunca: los pluviómetros recogieron solo 126,8 litros por metro cuadrado.
“A Coruña fue similar al resto de Galicia. No hay grandes diferencias -admite el meteorólogo-. Pero si hay matices: en el norte hubo más días de precipitaciones que en el sur, pero en todo caso las cantidades fueron especialmente bajas”.
La razón de este periodo de tiempo inusualmente estable fue el famoso anticiclón de las Azores, que se desplazó hacia el norte de la península, actuando como un escudo frente a las borrascas. Eso no quiere decir, advierte Infante, que no haya intervenido el cambio climático: “Son dos cosas diferentes. Están relacionadas, pero no es lo mismo”. La explicación primera, la más inmediata, es que el anticiclón se ha situado más al nordeste que su situación normal, sobrecentrado en las azores: al situarse más hacia el norte ha bloqueado la entrada de borrascas. “¿Por qué? Hay muchos factores que intervienen, hay una variabilidad natural. Se sitúa aleatoriamente, pero también hay otras situaciones que influyen, y entre ellas se encuentra el cambio climático”, opinó el portavoz de Aemet.  
Más lluvia
Pero por el momento, el tiempo seguirá dando un respiro. “Tendremos buen tiempo para Nochebuena, pero para Navidad, volverá a empeorar”, anunció Infante. De manera que las lluvias casi con toda seguridad volverán a caer durante la semana que viene. Diciembre, además de lluvioso (gracias a la borrasca “Ana”), está resultando ser más frío de lo habitual, llegando el mercurio a -0,6 grados centígrados en la ciudad.
En cuanto al invierno, desde Aemet son cuidadosos, como siempre se muestran los meteorólogos en las predicciones a largo plazo. “Parece que este invierno se portará dentro de lo normal. Cremos que habrá lluvias por lo menos el primer mes, pero no podemos decir cuántas”. l

Los pluviómetros recogieron durante el otoño en A Coruña solo un 38,2% de agua respecto a lo habitual

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