Hace casi cuatro años -en octubre de 2007- que la fábrica que la empresa Congalsa tiene en el polígono industrial de A Tomada, en A Pobra, sufrió un voraz incendio que destruyó por completo una de sus naves. Transcurrido ese tiempo, ayer casi se ha repetido la historia, haciendo revivir aquella tragedia. Pero esta vez fue en la planta que tiene en el barrio de Deán Pequeño esta compañía especializada en la elaboración de productos precocinados ultracongelados a base de pescados y mariscos.
Aunque todavía se están investigando las causas de lo sucedido, todo hace indicar que el origen del fuego tuvo lugar en un compresor de la sala de calderas o máquinas de una de sus naves. Al parecer, según indicó un trabajador que inspeccionaba diversa mercancía en esa fábrica, inicialmente se produjo una fuga de aire, se fue la luz y segundos después se empezó a llenar la nave de un denso humo negro, que empezó a salir al exterior formando una columna o cortina de humo que era visible desde diversos lugares del municipio y de sus alrededores.
Nada más detectarse el fuego, poco antes de las doce y cuarto de la mañana, los responsables de la planta se dieron cuenta de que el incendio, debido a su gran magnitud, no se lograría controlar con extintores, por lo que dieron aviso para que se movilizara a los equipos de extinción. Mientras tanto, procedieron a salvaguardaron varios equipos frigoríficos y camiones que se encontraban en los alrededores. La llegada al lugar de los efectivos del parque comarcal de bomberos Riveira fue inmediata, pues su base se encuentra a escasa distancia del lugar. Ellos fueron los primeros en atacar el fuego junto con los miembros del Grumir riveirense, y luego fueron llegando equipos procedentes de otras localidades, aunque el fuego ya estaba prácticamente controlado. Antes, dieron órdenes a las Policías Local y Nacional, que acudieran tras avisos de varios particulares y del 112, para establecer un cordón de seguridad de 200 metros en torno a la fábrica, aunque algún transeúnte se negó a respetarlo. En torno a la una y cuarto de la tarde salió el jefe de bomberos que estaba al frente del operativo, Óscar Casais, para dar cuenta de que todo estaba bajo control, aunque debían seguir enfriando la zona afectada. Poco después se levantaron las medidas de seguridad.
Los bomberos detallaron que había tenido algún problema con la fuga de gas freón, que es tóxico aunque en un nivel inferior a otros productos, y que también dedicaron buena parte de sus esfuerzos a proteger un tanque de combustible que había junto la nave donde se originó el fuego. En este sentido, Casais precisó que también se produjo algún derrame de gasóleo con incendio, lo cual dificultó la labores de extinción. Añadió que no hubo ni explosiones ni deflagraciones, pese a que algún trabajador y varios vecinos si escucharon un fuerte estruendo. Por razones de seguridad y precaución, este bombero indicó que se había desalojado a las 10 personas que trabajaban en una nave frigorífica donde se almacenan productos ultracongelados, así como a 5 residentes en una vivienda contigua a la planta de Deán Pequeño. Aunque no hubo víctimas personales, hasta el lugar se desplazó una ambulancia de la empresa Egara por petición expresa de los bomberos ante cualquier contingencia que se pudiera dar durante los trabajos de extinción del fuego.
Además de la zona donde se originó el incendio, también se vio seriamente afectado un transformador de energía que, según responsable de la compañía, sólo funciona para la mencionada nave frigorífica. Durante la jornada de ayer los técnicos se afanaban en solucionar los problemas de este equipamiento, pero se desconoce si lo consiguieron. De prolongarse durante muchas horas su reparación se podría llegar a estropear la mercancía almacenada. Algunos vecinos de la casas situadas en un radio bastante amplio indicaron que tras un fuerte estruendo se fue la luz y creen que pudo estar relacionado con lo sucedido en la fábrica.
Desde la empresa Congalsa, propietaria de la planta ubicada en el barrio de Deán Pequeño y que se vio afectada por el incendio, indicaron que por el momento se desconocen las causas que originaron el fuego no tampoco ha podido evaluar los daños materiales provocados. Confirmaron que este suceso no ha causado daños personales y que los edificios contiguos -que albergan máquinas frigoríficas- tampoco han sufrido daños. El encargado de la planta, Luis Miguel Simarro Esplá, controló los trabajos de extinción, al igual que el coordinador de los parques de bomberos de la provincia gestionados por Veicar, Carlos Prieto Puga. También se interesaron por lo sucedido los concejales riveirenses Herminia Pouso y Vicente Mariño.