El naval vive hoy una jornada clave con la resolución de los contratos de Pemex

El naval vive hoy una jornada clave con  la resolución de los contratos de Pemex
Manifestación do Naval do Día 24 de Febreiro / foto de archivo

El 2013 que ahora acaba no ha sido el mejor año para el naval gallego. Sin embargo, la penúltima jornada de este mes de diciembre puede dar un vuelco a esta tendencia, y convertir 2013 en el año en el que el naval resurgió. Todo depende del resultado de un concurso. El de Pemex.
Y es que hoy se falla el concurso por el que Pemex licitará la construcción de dos floteles a los que concurren el astillero Barreras –que actualmente está en manos al 51% de Pemex– y Navantia-Ferrol.
Los dos floteles supondrían un balón de oxígeno para el maltrecho sector, que tiene en Ferrol la demostración más trágica de su deterioro. Sin carga de trabajo, el goteo de despidos es incesante, la industria auxiliar se ha  reducido a la mínima expresión, mientras se ansía que nuevos encargos devuelvan a las gradas ferrolanas la actividad frenética de antaño.
Hoy puede comenzar ese resurgir. Pero el camino no ha sido fácil. En abril de 2012, el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, acompañado por el presidente Mariano Rajoy, viajaba a México en busca de un “acuerdo histórico” con la petrolera mexicana, la cuarta más grande del mundo. Lo logró. Un mes después, el propio Feijóo firmaba un pacto con Pemex por el que los astilleros gallegos iban a construir 14 remolcadores para el gigante mexicano.
Desde entonces ha llovido mucho. México ha sufrido hasta un cambio de gobierno, gracias a  la victoria del actual presidente Peña Nieto, y por consiguiente un cambio de timón en Pemex, que es una firma estatal.
La Xunta auguró entonces que la llegada de Peña Nieto no variaría el encargo en Galicia. Solo era cuestión de esperar.
Pero el sector, los trabajadores y las miles de familias cuyo sustento dependía del futuro del naval demandaban agilidad.
Las protestas, manifestaciones y encierros de todo tipo se sucedieron desde entonces por parte de un sector que ha visto como la gestión política daba al traste con su buen nombre logrado gracias al trabajo de años. La negativa de Europa a permitir la construcción civil en Ferrol-Fene, así como el tinglado montado a cuenta del tax lease, hicieron mella en un sector famoso en el mundo por su “buen hacer”.
Año y medio después no hay noticias de los 14 remolcadores, pero sí de dos floteles, que se han convertido en la gran esperanza. Barreras tiene muchas posibilidades, sino todas, por hacerse con la construcción de un flotel. No en vano ya forma parte de la petrolera mexicana. Sin embargo la incógnita recae en Navantia. Según PMI (filial de Pemex y con la que concursan los astilleros gallegos), la oferta presentada es la mejor técnicamente, pero puede hacer aguas en el apartado económico. De hecho, el flotel que propone construir Barreras es el más barato, no así el de Navantia. A pesar de ello, asegura que la oferta es muy competitiva.
Por ello, desde PMI se muestran optimistas con el concurso. Dan por hecho que Barreras construirá el suyo –aunque no lo hiciera ahora cuenta con el respaldo de Pemex y tiene garantizada la carga de trabajo–, sin embargo Navantia se la juega hoy. Si la oferta de PMI logra solo un contrato, será para Barreras y las esperanzas de la comarca ferrolana se verán truncadas.

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