La urbanización de la plaza Porticada pone fin a casi tres décadas de insalubridad

El Ideal Gallego-007

l.f. > a coruña
  Las obras para construir el párking bajo la plaza Porticada, en el entorno de la iglesia de los Franciscanos, están a punto de arrancar y, con ellas, comienza a ponerse fin a casi tres décadas de insalubridad y falta de servicios públicos, que durante todo este tiempo los vecinos han denunciado. Los trabajos, para los que ya han colocado las vallas que delimitarán la zona de actuación, tendrán el doble objetivo de paliar la carencia de aparcamientos en la zona, pero también de mejorar su imagen. La constructora Masar, que ha levantado una promoción de 163 pisos de lujo y bajos comerciales en el solar colindante es la que se encarga del proyecto, después de que el Ayuntamiento le diera autorización para ejecutar la infraestructura.
La nueva plaza, que hoy es un descampado que funcionaba como aparcamiento improvisado para coches, quedará en el centro del inmueble, con entradas por las calles Pérez Cepeda, Rey Abdullah y Calvo Sotelo. Según los planos que la constructora colocado en su página web, estas dos últimas vías estarían comunicadas por una senda peatonal.
Está previsto que los accesos al subterráneo se realicen a través de los bajos del inmueble. Así lo planteó la empresa al gobierno local al solicitar permiso para ejecutar la infraestructura, cuando apuntaba que, de esta forma, no aparecerían en superficie “las molestas y antiestéticas rampas de acceso”. Eso evitaría, según los gestores privados, problemas por la entrada de aguas de lluvia, la suciedad que acumula en las mismas, dificultades de accesibilidad o peligro para los peatones, “al margen de la pérdida de rentabilidad, al desperdiciar superficie útil para el aparcamiento y de zona libre destinada a la plaza pública”.
El ejecutivo municipal decidió autorizar la cesión del subsuelo, en base al “interés público” de la obra, que, reflejan los informes técnicos previos, “representa la puesta a disposición de plazas de aparcamiento para residentes”. En el mismo documento se hace hincapié a que la actuación contribuiría a mejorar la política de movilidad de la ciudad, pues la creación de nuevos estacionamientos permitiría liberar las existentes en superficie y, a la vez, “ganar espacio vial para otros usos”.
La cesión demanial es posible ya que se cumplen las dos premisas recogidas en el reglamento de Bienes de las Entidades Locales: por una parte, se cumple el uso previsto por el PGOM para este espacio y, por otro, es conveniente para el interés general.
Con todo, el Ayuntamiento deberá elaborar el pliego que regule la concesión del aparcamiento, así como las bases que servirán para la selección del adjudicatario del mismo. En estos documentos se concretarán las determinaciones del terreno, la cuantía del canon a abonar por la concesionaria, el importe de la garantía y otras cuestiones como los derechos y obligaciones de cada parte o también la duración de la concesión de la explotación.
Una vez finalizada la intervención privada en este ámbito, el Ayuntamiento será el encargado del mantenimiento de la plaza, si bien hasta ese momento la junta de compensación del polígono tiene esa responsabilidad.

La urbanización de la plaza Porticada pone fin a casi tres décadas de insalubridad

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