Gabi Martínez | “Me dijo que su historia la veía en Hollywood interpretada por George Clooney”

Gabi Martínez | “Me dijo que su historia la veía en Hollywood interpretada por George Clooney”
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Después vino un café y una conversación. Tres años de amistad y un pico, el del Infierno, que el neurólogo, al que llamó Camilo Escobedo, subió en momentos de mayor estrés. Allí llevó a Gabi cuando le puso punto y final a la historia de su vida que tituló “Las defensas” (Seix Barral). Y que acompañó de emoción.

¿Cómo se hizo con esta joya? 
Un día firmando en Sant Jordi mi última novela se me acercó un señor y me dijo que su historia podría interesarme, que él la veía en Hollywood interpretada por George Clooney. Me dijo: “Soy un neurólogo con una enfermedad no diagnosticada, al que los propios compañeros llevaron a un psiquiátrico”. Tenía la enfermedad de la niña de “El exorcista”. A partir de ahí, tomamos un café y me lo contó todo.
 
Un libro que hace pensar sobre la fragilidad humana.
Sí, habla sobre cómo una persona puede saltar en pedazos en el primer mundo, pero también de cómo se vive en esa ciudad hoy, mi ciudad y en mi país. 

¿Cómo ha sido la relación entre ambos para escribir tan en detalle su vida? 
Llevamos tres años. Él es una persona muy leída, por eso le animé a escribirla. Sus 70 páginas estaban muy bien, pero tenían ciertos vacíos que no potenciaban lo que quería transmitir, sin el ancla puesta en la medicina que es lo que pretendía. Quería algo que tuviera que ver con las novelas que le habían hecho pensar. También reconstruir el espacio, cuando estuvo fuera del mundo. Entonces le dije que la historia tenía que pasar a mi terreno. Hice muchas entrevistas a él y a los de su entorno y conté con las ventajas que dan las nuevas tecnologías. 

¿Por qué ‘Las defensas’? 
Es algo muy orgánico. Venía de escribir varios libros de viajes y supe que iba a volver a casa, al territorio donde nací. Me fui a ver cómo el cambio climático mata la barrera de coral australiana y ese mismo estímulo que me llevó hasta allí, está presente aquí, sobre cómo la atmósfera nos agrede y nos sentimos indefensos, de ahí el título. Es la agresión desde muchos ángulos. Nos educaron para pensar que los esfuerzos tienen una recompensa, que la familia cobija y que la autoridad es justa. Pero a veces no hay premio, la familia tiene grietas y la autoridad no es ni mucho menos justa. Nuestras defensas han sido vencidas y tenemos que recomponerlas. Lo que pasa es que muchos se sienten vencidos y no saben cómo reajustarlos. 
¿Qué siente Camilo hoy después de todo? 
Él comprende que esa enfermedad se la diagnosticaron erróneamente porque no existía y que la misma enfermedad le llevó a la élite de la neurología mundial. Se dieron unas circunstancias que rizaron el rizo porque al final padeció el mal en el que se había especializado.

¿Son amigos? 
Camilo me llevó al Pic de l’Infern, que es adonde siempre iba en los momentos de mayor estrés. Hemos tenido una relación muy intensa que nos ha llevado a la amistad, sí.

¿Cómo fue su reacción al leer el libro? 
Tuvo un primer impacto al verla porque había cosas recolocadas y acogí a muchas voces que no había escuchado. Eso le dejó aturdido. Pasado esto, se reconoció. En el libro, quise traer el debate a un terreno más físico, más sociocultural, sobre lo que nos preocupa y presiona en lo cotidiano, de cómo un día levantas la mano y esto puede desencadenar el infierno. La historia empuja a tener una mirada propia. Crecí con la palabra "francotirador" como el que pensaba de forma libre. El término desapareció y el de librepensador resultó ser muy blando en España. No existe la palabra y cuando esto pasa, no hay concepto. Ahora les llaman tertulianos a los que van por libre. Como el protagonista era un loco, estaba expulsado de la sociedad, daba igual lo que pensara. l

Gabi Martínez | “Me dijo que su historia la veía en Hollywood interpretada por George Clooney”

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