La Domus celebra sus 20 años con una jornada de puertas abiertas y talleres

La Domus celebrará el lunes sus 20 años en pie con una jornada de puertas abiertas. Los visitantes conocerán los entresijos del cuerpo humano de 10.00 a 18.00 horas, con una programación especial pensada para hacer más interactivo el museo. En concreto, coruñeses y turistas podrán participar en un maratón donde no hará falta utilizar zapatillas de correr. En este caso, los asistentes diseccionarán ojos y un corazón. Se realizarán pases cada media hora. En ExploraDomus Circuitos, los participantes experimentarán de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 18.00 horas con baterías, bombillas, timbres, interruptores y otros componentes eléctricos para crear conexiones entre objetos de la vida diaria. También se celebrarán campeonatos de powermind, un juego mental que revela cómo se relaja el cerebro.
Así que cuanto más tranquilo esté el concursante, más puntos sumará para su casillero y más rápido se moverá el balón que tiene delante de él para marcar un gol a los contrincantes. Habrá pachangas a las 11.00 y a las 16.00 horas, con inscripción previa el mismo día en la recepción de la Domus. Los que se pasen por el centro coruñés podrán probar al juego del batak y poner a prueba su coordinación a través de sus destrezas corporales y las habilidades locomotoras. Se convocarán partidas a las 12.30 y a las 17.00 horas y también será necesario apuntarse previamente.
El aniversario se festejará también con una jornada escornabótica organizada por la asociación Bricolabs. Sus miembros montarán robots a lo largo del día en la sala Maker. En este punto, el edificio invita a sus visitas a que traigan muñecos mecánicos que han dejado de funcionar o están abandonados en el trastero. La idea es reciclar estos objetos en las sesiones del colectivo. De esta forma, se recogerán juguetes del tipo muñecos que andan, que hablan, coches teledirigidos, grúas o los que tienen algún mecanismo.
El 7 de abril de 1995, el centro que muestra los secretos que se esconden debajo de la piel abría sus puertas siendo el segundo museo científico de la ciudad. Después vendría el Acuario y años más tarde, el Muncyt.