Evolución y punto

Evolución y punto
during Racing Santander vs Deportivo La Liga match on October 26, 2019 at El Sardinero in Madrid, Spain. Photo: Cesar Cebolla / ALFAQUI

El Deportivo mostró sus dos caras en El Sardinero. La mala, habitual esta temporada, en el primer tiempo, y la menos mala (tirando a buena) tras dejar la depresión en el vestuario en el intermedio. No hubo revolución, pero sí cierta evolución, algún brote verde, insuficiente para ganar, pero válido para volver al camino de los puntos, para lograr un empate que no  le saca de pobre, pero que al menos le da algo que llevarse a la boca. Es el primero que suma con Luis César como entrenador este Deportivo que sigue cerrando la clasificación a punto de cumplirse un tercio de campeonato.

Los deportivistas se agarraron a Mamadou Koné, el faro en ataque, el único capaz de romper líneas hasta que pidió el cambio. El costamarfileño reanimó a un equipo que parecía muerto al descanso. Hay vida y esperanza y más de 400 aficionados fueron testigos de eso en las gradas del Sardinero.

En ese escenario, después de haber hecho el diagnóstico de los dos primeros partidos con él en el banquillo, Luis César propuso la cura sin Gaku Shibasaki, con  Peru Nolaskoain en el doble pivote, Lampropoulos de vuelta al centro de la zaga, Aketxe escorado en banda y la punta del ataque en manos de Koné y Longo con el sistema a medio camino entre el 4-2-3-1 y el 4-4-2.

EL FARO Koné aportó lucidez al ataque y se entendió con  Jovanovic en el 1-1

Sobre el tapete de El Sardinero, las piezas del Deportivo se movieron como en las anteriores jornadas. Tendieron hacia la horizontalidad, como la camiseta, espesos, sin capacidad para combinar, atascados, sin desborde, sin desequilibrio, sin atrevimiento. La racha negativa del equipo se traducía, otra vez, en una falta de confianza alarmante. Nadie marcaba diferencias, no surgía un pase filtrado a la espalda de la zaga rival. Decepcionante... y frágil.

Al Racing de Santander le llevó diez minutos descubrirle las vergüenzas. Recibió Yoda escorado en tres cuartos de ataque un balón de Álvaro Cejudo, superó con comodidad a Borja Valle, recortó a Bergantiños, que tuvo miedo a cometer penalti, obsesionado por la arbitrariedad del VAR, fintó a Salva, sorteó la oposición de Peru y disparó ajustado al poste izquierdo de la meta blanquiazul para poner a su equipo por delante. Yoda parecía la mejor versión de Messi con la complicidad involuntaria de los deportivistas.

El gol desquició a los blanquiazules, desesperados también por la teatralización de Nuha. Fingió una supuesta agresión de Montero revisada por el VAR, repitió actuación delante de Dani Giménez y se pasó más tiempo en el suelo que de pie.

El Deportivo, plano, le cogió por primera vez la espalda al Racing a los 16 minutos con un disparo altísimo de Koné a pase de Montero. El costamarfileño se desmarcó bien pero después no tuvo puntería. Empezó a ser la luz en un ataque a oscuras.

Esa jugada y otra transición a los 34 minutos que acabó con un centro de Salva Ruiz desviado a córner fueron las únicas ocasiones que fabricó el Deportivo en la primera mitad. Muy poco.

 

Reanudación

El Deportivo encaró, por lo menos, con otra actitud el segundo periodo. Tuvo más verticalidad y ambición, buscó las bandas, se sumaron los laterales... Era otro equipo, pero sin suerte. La cruceta devolvió un zurriagazo de Koné a pase del correcaminos Salva Ruiz a los 54 minutos.

Luis César sentó a Aketxe y dio entrada a Jovanovic, un cambio clave porque en tres minutos igualó el partido. El Deportivo demandaba ese jugador diferencial, que pudiera romper el partido y Koné dio el paso al frente. Coló el pase entre la defensa del Racing y desde la banda entró Jovanovic, que optó por el disparo en lugar de por el pase a Longo. Acertó. El balón dio en el poste y entró.

Con Gaku en el banquillo y sin Aketxe, el balón parado lo ejecutaron Borja Valle y el propio Jovanovic. El berciano colgó el esférico desde el flanco derecho, lo cabeceó en el segundo palo Lampropoulos y Longo falló en posición franca. El italiano sigue sin encontrarse cómodo en el Depor. Descontento consigo mismo, se fue enfadado al banquillo cuando Luis César decidió retirarlo.

Menos entendible futbolísticamente fue el tercer cambio. La razón era física. Koné se marchó a la caseta porque estaba tieso.  El partido se había enfriado por las constantes interrupciones y con la revolución del Deportivo más calmada, Mollejo reactivó al equipo.

El extremo cedido por el Atlético fue un buen revulsivo y, tras un jugadón suyo, los blanquiazules rozaron la victoria con un disparo de Salva Ruiz que se fue al lateral de la red.

Después, hubo tiempo para todo, para que el Depor intentara sumar el triunfo y también para que el Racing, en un último asalto a la desesperada, le pusiera contra las cuerdas. Si no puedes ganar, tienes que empatar, dijo Luis César tras el partido con la esperanza de que el empate de Santander suponga un punto de evolución en un equipo que suma doce jornadas sin ganar.

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