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jueves | 25 abril | 2024
El Banco de España anunció que subastará el Banco de Valencia y CatalunyaCaixa antes del próximo verano y que los procesos se desarrollarán “con la máxima celeridad”.
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) contempla la concesión de apoyos financieros en la adjudicación de la caja catalana, que ha renunciado a su opción de compra sobre las acciones de la entidad en manos de este organismo dependiente del Banco de España en su capital.
La renuncia de CatalunyaCaixa, titular del 10,26% del capital que no está en manos del FROB, ha permitido adelantar en cinco meses el calendario previsto de la desinversión, que se realizará a través de un procedimiento competitivo por el que se ofrecerá todo el capital de la entidad. Esto es así porque la caja ha autorizado expresamente al FROB para que proceda a la venta de sus acciones de forma conjunta con la participación de este organismo estatal, por lo que se obliga a transmitirlas al potencial comprador en las mismas condiciones en las que lo haga este.
Según los últimos resultados presentados, CatalunyaCaixa perdió 1.335 millones de euros en 2011, después de adelantar 1.505 millones para sanear parcialmente su exposición al riesgo promotor y activos inmobiliarios.
Pero aún le quedan por sanear 1.595 millones de euros, de los que 1.263 millones son para elevar provisiones específicas por créditos inmobiliarios dudosos o con riesgo de serlo y el resto, para reforzar genéricas.
Además, tiene que reforzar su capital en 1.053 millones para crear un colchón de capital para cubrir mejor el riesgo por su exposición al suelo y las obras en curso que tiene en balance.
Por otro lado, la comisión rectora del FROB también ha aprobado el plan inicial de reestructuración del Banco de Valencia y ha iniciado los contactos con los potenciales interesados en adquirir la entidad, informó el Banco de España.
Varias entidades han mostrado interés en acudir a esta subasta, principalmente el grupo BMN, que lidera Caja Murcia, aunque no se descarta el interés del Banco Santander, el Popular y Bankinter.
El Banco de Valencia fue intervenido por el Banco de España a finales de noviembre al detectar un agujero de capital de unos 600 millones de euros, que fue subsanado con una aportación de 1.000 millones del FROB.
