lo más lógico sería pensar que si uno gana un Oscar lo coloca en un lugar visible: sobre la chimenea, en la mesilla de noche o en el cuarto de baño, según los gustos de cada cual. Pero hay quien puede pasar años sin saber que lo ha perdido. Como Jared Leto, ídolo adolescente en los noventa y excéntrico actor de método y Joker aterrador en la actualidad. Hace tres años que nadie a su alrededor sabe dónde está la codiciada estatuilla y no se habían atrevido a decírselo. Claro que tampoco parece que él la echase mucho de menos... Será porque tiene pinta de que no será la única que consiga. FOTO: Jared Leto | aec