Juan González Leirós | “El tiempo nos ha dado la razón con el PGOM, debería haberse rescindido el contrato antes”

Juan González Leirós | “El tiempo nos ha dado la razón con el PGOM, debería haberse rescindido el contrato antes”
El edil de Urbanismo posa en el entorno de la iglesia románica | patricia g. fraga

Juan González Leirós (Vigo, 1976) lleva algo más de dos años al frente de la concejalía de Urbanismo de Cambre y se muestra ilusionado con la contratación del Plan General de Ordenación Municipal, que tendrá lugar en los próximos meses.

Parece que el Plan General está cada vez más cerca. ¿En qué fase se encuentra el proceso?
Se han presentado dos empresas, pero ha habido un recurso del Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia y se está dilucidando este recurso con un tribunal especial en Madrid. Hoy [por el día 13], precisamente, se acaba el plazo para resolver las alegaciones. Esperemos que se resuelva a nuestro favor y que en mes y medio, dos meses, pueda estar contratado.

¿Lo que ocurrió con la empresa anterior es algo habitual o le sorprendió? [La compañía no presentó en seis años un documento urbanístico aceptable y se rescindió el contrato]
Sorprenderme no, siendo sincero, porque la redacción se le contrató, al principio, a una UTE, Idom-Arnáiz, yo diría Arnáiz-Idom si nos fijamos en quien llevaba la voz cantante, o quien debiera llevarla, en el tema de planeamiento y quien haría los trabajos más de faena o de peonaje. No es que lo diga yo, es que el propio pliego lo advertía. Desde el momento que Arnáiz se va al tacho, desaparece del escenario y el anterior alcalde, Manuel Rivas, toma la decisión de que Idom siga el proceso. Nosotros en ese momento pensamos que Idom no tenía la capacidad para asumir el proyecto, porque si la tuviera no hubiese ido con UTE al concurso, y así se demostró. Para explicarlo más claro: es como si contratas a un carpintero de encofrado para hacer un trabajo de ebanistería, al final lo lógico es que te salga mal porque cada uno tiene su función. La empresa creyó que había hecho un trabajo y nosotros consideramos que no: si contratamos una mesa de ocho patas no tenemos por qué aceptar una de cuatro, aunque nos digan que va a ser igual de estable y nos van a cobrar un poco menos.  

¿Cree que Rivas debería haber tomado ya en ese momento la decisión de finalizar el contrato?
Clarísimamente, aunque ahora no se trata de incriminar a anteriores gobiernos. Lo que creemos técnicamente que procedía, desde un punto de vista razonable, era acabar la relación. El argumento del Gobierno anterior, que nos pareció lícito en su momento, era que iba a ir más rápido el proceso si no se rescindía, nosotros dijimos que saldría mal y el tiempo nos ha dado la razón. Eso no significa que la tengamos siempre, pero en este caso sí, era mejor haber terminado el contrato y no continuar con un lastre. A mayores del contencioso que podemos tener ahora, porque esto todavía traerá cola, pero aunque mantengamos el contencioso el Plan General sigue adelante y se va a hacer sí o sí.

Una vez que se consiga, ¿qué primer impacto tendrá para el ciudadano de a pie en Cambre?
El Plan General debemos concebirlo como cualquier norma. Cuando andamos por el campo y no tenemos normas, solemos tirar papeles por ahí, pero cuando hay normas nos civilizamos. Esto es lo mismo, una norma urbanística que ayudará a sentar unas bases técnicas, de manera que los funcionarios tendrán todos el mismo criterio en urbanismo y ayudarán mejor al vecino. Por su parte, los ciudadanos sabrán mejor el uso de sus parcelas y la posibilidad de edificar, porque hay gente con terrenos que se pregunta por qué no puede construir. El plan proporciona una seguridad jurídica a los vecinos para construir, vender, etc., y al Ayuntamiento le aporta un “catecismo” para gestionar el urbanismo, sin reinventarte cada día, que es lo que tenemos que hacer ahora mismo. El PGOM marca unas unidades de actuación y sobre ellas vas trabajando, dedicándote a la gestión y no a la formulación de proyectos, además de suponer un tema de transparencia.

¿Qué actuaciones permitirá?  
Nos permitirá generar dotaciones, zonas verdes, equipamientos y aparcamientos, además de crear vivienda de protección oficial y lograr más patrimonio municipal del suelo.

¿Los locales sociales de Meixigo y Cela dependen de ese plan?
No, ya hemos adecuado los planes especiales para que puedan seguir adelante sin el PGOM. En Meixigo esperamos que en un mes estén contratadas las obras, y en Cela se va a comprar ahora la parcela a la Fundación Tenreiro, se va a dotar de los servicios correspondientes para que sea posible edificar el local social y puedan usar la parcela para la fiesta, pero las obras serán más adelante.

El objetivo del PGOM, además, es atraer población al municipio.
Por supuesto. En su conjunto total, Cambre debería de tener 10.000 o 15.000 habitantes más, contando todas las parroquias. Hay que competir con los ayuntamientos de al lado para lograr infraestructuras y eso se logra con población.

En breves adjudican las obras del auditorio, muy demandado por los vecinos y asociaciones.
Desde el principio lo teníamos claro, el núcleo de Cambre lo concebimos como un espacio cultural y administrativo de calidad. En el ámbito cultural, la calidad es indudable por la iglesia románica, el castro y el Campo da Feira, pero hay que dotar a la zona de esa calidad administrativa para que la gente venga aquí, principalmente, a resolver trámites o gozar de la cultura. No lo vemos tan enfocado al comercio, como puede ser O Temple. Para no esperar al Plan General, pusimos en marcha el proyecto de la nueva Casa de la Cultura, que ubicaremos en un terreno municipal. Abriremos, también, la calle Balado y ya hemos logrado recuperar la parcela de la rectoral de Cambre para ampliar el Parque da Igrexa.

El alcalde decía hace unos meses que, además del auditorio, era necesario un centro de día. ¿Está en los planes del Ayuntamiento?
Sí, planteamos ubicarlo en la Unidad de Actuación 3, a pocos metros del Campo da Feira. Habría, en principio, una cesión de un suelo y sería un posición magnífica, porque queda en el centro de Cambre, activa una parte posterior de la parcela que ahora mismo no está disponible y tendría vistas hacia el valle del Mero y Meixigo al fondo.

¿La actuación en la UA3 supondrá la eliminación de los edificios en ruinas en el centro de Cambre?
Claro, la operación consiste en tirar esos edificios y regenerar el espacio urbano que representa la alameda, dándole continuidad hasta la nueva Casa de la Cultura, que será el eje. Lo que se pretende es que sirva, incluso, como espacio para ampliar la feria local. Se tiran todos los edificios excepto los últimos, los de bajo más tres alturas, donde estaba la antigua farmacia. La idea es conectar, algún día, la Casa de la Cultura con el castro y la iglesia, en un recorrido peatonal; y con el museo y el parque de la iglesia, en otro corredor.

¿Es factible sacar el tráfico pesado del centro del municipio?
Nuestra lucha es muy clara y así se lo planteamos a la Consellería de Infraestruturas: para Cambre, la Vía Ártabra es fundamental. Planteamos un trazado que iría desde A Barcala, paralelo a la vía del tren, y que contendría no solo senda peatonal y ciclista sino también los saneamientos, al estar en la parte baja, conectando con una pata de la Vía Ártabra. Hay que pensar que esta carretera viene del polígono del Espíritu Santo, que es la zona que nos carga de tráfico pesado a Cambre, y ya se desplazarían por ahí todos esos vehículos. No hay otra forma, porque la carretera de la estación no tiene capacidad para asumir este tráfico pesado. Los vecinos de la zona de la estación están sufriendo ahora mismo esa circulación, todos los días hay conflictos. Y algún día hay que llegar a un acuerdo con la consellería para acabar con este tema.

¿Y el castro?
Eso le compete a mi compañero Ramón Boga, porque es de Patrimonio. Pero estamos en el proceso de adquirir una parte y convertirlo en parte del espacio de disfrute de los vecinos y visitantes. l

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