“Os Mallos tendrá sus propios Cantones con esta infraestructura”

César Portela atiende en su estudio de Pontevedra las decenas de llamadas que le llegan desde que en A Coruña se conoció que sería el elegido para diseñar la intermodal. Afronta la grandeza del proyecto con la mayor sencillez.
—Enhorabuena.
—Prefiero que no me digas enhorabuena hasta que la obra esté terminada. Ahí es cuando se verá el resultado, por ahora no hay nada por lo que felicitarme.
—¿Le pesa la responsabilidad de tener que crear un nuevo “símbolo” para la ciudad?
—Lo sería en cualquier caso, porque será una gran infraestructura que aunará casi todas las formas de transporte. Yo, además, trataré de que sea agradable.
—En cambio, propone líneas muy sencillas.
—Son sencillas, pero no simples. Todos, y en especial el espectador, estamos muy acostumbrados a las grandilocuencias, pero la grandeza de las cosas se demuestra, sobre todo, con el rigor de lo hecho.
—¿Qué objetivos se marcó a la hora de diseñar las instalaciones?
—En primer lugar, la funcionalidad. Es necesario que la estación funcione perfectamente, que puedan confluir sin problemas todos los sistemas de transporte que llegarán hasta ella. Y, luego, convertir esta zona de la ciudad en otro centro de A Coruña. El usuario, el viajero, el vecino se encontrará en San Cristóbal, en A Sardiñeira, en Joaquín Planells, otros Cantones. Os Mallos tendrá sus propios Cantones con esta infraestructura.
—Este proyecto le convierte casi en un “arquitecto de cabecera” de A Coruña.
—No soy capaz de poner la raya en A Coruña. Para mí, toda Galicia es una gran ciudad. Después de hacer trabajos en lugares como África o también en América, trabajar en A Coruña es como trabajar en casa. Además, me encanta esta ciudad, es maravillosa, muy alegre. Así que espero que con este proyecto A Coruña no solo se divierta, sino que también progrese. Si yo puedo contribuir a ello, estaré muy satisfecho.
—¿Cuándo se pondrá manos a la obra?
—La verdad es que nunca he dejado de hacerlo, porque uno, cuando empieza un proyecto, no para. El proceso no se detiene hasta que entregas el trabajo.