La espondiloartritis, esa gran desconocida

La espondiloartritis, esa gran desconocida
La presidenta de la Liga Reumatológica, Ana Vázquez, en la presentación de la campaña

Se llama espondiloartritis y afecta a 9.000 gallegos. Aunque la enfermedad agrupa distintos males sistémicos, la patología más común es la espondilitis anquilosante, que empieza con dolores en la espalda y afecta a toda la columna. Ana Vázquez, presidenta de la Liga Reumatolóxica Galega, explica que llega, en algunos casos, hasta los pies y a medida que avanza, el almohadillado de las vértebras se pone cada vez más rígido y esto provoca problemas de movilidad. 
La experta señala que cada persona es diferente frente a este mal y si “caso a” puede pasar del dolor a esa rigidez en tres o cuatro meses, “caso b” puede seguir desplazándose por su propio pie durante años. Existe una medicación en el mercado desde hace una década que impide que la espondiloartritis se desarrolle: “Puede incluso llegar a remitir”. Los síntomas desaparecen y el individuo regresa a su vida de antes. Sin embargo, los afectados por la dolencia anteriores a la aparición de la medicina no tienen remedio.
 Son perfiles fáciles de identificar en la calle. Ana habla de personas que caminan muy estiradas con la cabeza echada hacia delante y la cadera en flexión. A ellos solo les queda convivir con el mal, que en fases avanzadas, puede desencadenar en un trastorno de la respiración: “Las costillas pueden comprimir el pulmón”. 
Además, los ojos se suman a la lista de órganos susceptibles a padecer efectos colaterales. La enfermedad puede producir uveítis, que es la inflamación de la bóveda del ojo. Aunque los fármacos han logrado paralizarla, Ana Vázquez recomienda a las familias con antecedentes que realicen controles y no pasen de largo ante cualquier molestia en la espalda por pequeña que parezca porque ahí puede estar la primera de las señales. 
Una vez detectada, antes se despliega el armamento necesario para acabar con ella. Recuerda que el medicamento está financiado por el Sergas y que la lucha también pasa por sesiones de fisioterapia y ejercicios focalizados en darle flexibilidad a las articulaciones dañadas. En este sentido, en la asociación se organizan sesiones para que los enfermos conozcan las ventajas de mover el cuerpo y sigan entrenándolo para derribar al enemigo. 
La natación y el método pilates se presentan como dos alternativas muy recomendables para trabajar la columna y evitar que la enfermedad siga su camino. 
Aunque no son todos, en la Liga Reumatolóxica están entre 25 y 30 afectados coruñeses de un abanico muy amplio que se va reduciendo con el tratamiento y la detección precoz. Lo que hace años parecía un deterioro insalvable, es ahora un mal con los días contados. Eso sí, la presidenta del colectivo hace hincapié en que la espondiloartritis es muy dolorosa. De ahí la importancia de ponerse a trabajar tan pronto como se pueda. 
La semana pasada, la Liga Reumatolóxica Galega presentó la campaña “Mira por su espalda” para informar no solo a los enfermos y familiares, sino también a los que están al otro lado del círculo. Se trata de impedir que se genere una discapacidad tal como los que ahora no se pueden agachar ni estirarse hacia arriba: “Los hay mayores, pero también jóvenes”. 
Entre los 20 y los 40 años es la franja de edad, en la que aparecen los primeros síntomas. Rara y también muy desconocida, Ana Vázquez insiste en que la enfermedad ataca a más gente de lo que parece. n

La espondiloartritis, esa gran desconocida

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