Protección Civil ayudó a casi 1.500 familias durante el estado de alarma

Protección Civil ayudó a casi 1.500 familias durante el estado de alarma
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Los voluntarios de Protección Civil han finalizado la campaña de reparto de comida que comenzaron hace ya mas de dos meses, cuando en lo peor de la cuarentena, se hizo imprescindible. En todo este tiempo, menos de veinte voluntarios han realizado miles de repartos de comida, una labor social que se sale de su línea de actuación habitual. Esta se centra en prevención de riesgos e información, por eso es habitual verlos en los grandes eventos, asistiendo al público, pero en esta ocasión el Ayuntamiento los ha utilizado para asistir a particulares: cerca de 1.130 familias recibieron comida que ellos repartían del banco de Alimentos. En total, contando todas las ayudas, fueron unas 1.500.

“Trabajo con gente que lo está pasando mal, porque su casa es una ruina o no tiene para comer, nunca nos habíamos encontrado con eso”, admiten. Pero en estas semanas, han visto una nueva faceta de A Coruña: “Ves algunos casos es duros, y en algunos que son verdaderos caraduras, pero esos son los menos. Pero ves la situación de vulnerabilidad social que tiene la gente”.

Un aspecto sorprendente es que la necesidad provocada por la pandemia no se limita a las barriadas más pobres. Los voluntarios de Protección Civil han llamado a las puertas de zonas céntricas, y al otro lado les aguardaba alguien que simplemente vivía al día hasta entonces, y que no podía pagar la luz ni el gas porque hacía tres meses que no cobraba un sueldo.

Aumento de presión

Tampoco los voluntarios de Protección Civil trabajaban, pero eso fue una suerte para el Ayuntamiento porque les permitió contar con su colaboración a tiempo completo, algo que normalmente es más difícil porque sus miembros compaginan su labor como voluntarios con el trabajo o los estudios. “Había alguno que estaba trabajando que venía a ratos y otros que, al no tener otras obligaciones, podía estar todo el tiempo”, explican. Pero la desescalada aumentó la presión sobre ellos .

“Los últimos días fueron una locura, algunos no aguantaban más”, recuerdan. Al mismo tiempo que empezó a descender el numero de voluntarios porque se reincorporaban a sus otros deberes, crecía el número de gente con necesidades básicas cuyas solicitudes eran atendidas por los Servicios Sociales. Al principio, acudían al Banco de Alimentos dos o tres veces por semana pero al final tuvieron que hacerlo prácticamente todos los días: “Aquí han pasado cosas, tenemos experiencia en emergencias, casos graves como el del vertedero, pero esto fue mucho más grave".

Protección Civil ayudó a casi 1.500 familias durante el estado de alarma

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