La Policía detiene a un sujeto por violencia de género al salir de la casa okupa de José Baldomir

La Policía Nacional y Local acudió ayer a la calle de José Baldomir, al as proximidades del inmueble okupado del número 16, en respuesta a una llamada vecinal que alertaba de alborotos a altas horas de la madrugada. Finalmente, un hombre fue detenido después de ser sorprendido maltratando en la calle a su expareja. Además, el sospechoso también fue arrestado como sospechoso de atentado contra la autoridad, puesto que golpeó a dos policías que intentaron arrestarle antes de ser reducido.
Según fuentes policiales, en el inmueble okupado estaba teniendo lugar una celebración, a la que había acudido la pareja en cuestión, compuesta por un subsahariano y una brasileña. Las mismas fuente indican que la discusión se produjo en el interior, pero no se produjo violencia hasta que salieron a la calle. Entonces la disputa degeneró en agresión. Previamente, sin embargo, se habían oído fuertes gritos que habían alarmado a los vecinos, que comenzaron a asomarse a las ventanas.
Estos testigos aseveran que el sospechoso habría empujado o golpeado a la mujer contra una pared antes de que llegaran los primeros coches patrullas. Al cruce de la calle de José Baldomir con Villa de Negreira convergieron nada menos que tres coches de la Policía Local y dos de la Policía Nacional. Los primeros agentes se encontraron con la escena y conminaron al subsahariano a que depusiera su actitud violenta, pero este se negó a clamarse y propinó por lo menos un golpe en el pecho a uno de los agentes antes de ser engrilletado.
La víctima fue atendida por una ambulancia del 061, de las que acudieron varias al lugar, mientras que el presunto agresor fue conducido por la Policía Nacional a a comisaría de Lonas
Desde hace cuatro años
No es la primera vez que las autoridades tienen que acudir a Agra do Orzán por un problema surgido en el inmueble. En realidad, es un problema recurrente: desde hace ya cuatro años, el número 16 de la calle de José Baldomir está ocupado de forma irregular, sin que nadie parezca hacer nada ante los olores y los ruidos constantes que causan molestias entre los residentes. Ruido, gritos, y fiestas intempestivas, además de los problemas higiénicos derivados de 25 personas residiendo en un inmueble donde no hay agua corriente, son los principales elementos que generan estas incomodidades.
En algunos momentos, la tensión ha estallado, como ocurrió hace un año cuando la Policía Nacional acudió poco antes de las tres de la tarde en respuesta a un aviso que se habían producido explosiones y gritos. Los okupas, la mayoría de etnia gitana, aseguraron entonces que habían recibido insultos y amenazas del vecino, que también les había arrojado agua cuando pasan frente a su casa. El vecino en cuestión reconoció el lanzamiento de petardos. Después de que la Policía Nacional abandonara la calle, sin tomar medidas, el cruce de gritos entre los okupas en la acera y el vecino desde su terraza perduró durante bastante tiempo.
El mes pasado, la asociación de vecinos de Agra do Orzán decidió tomar cartas en el asunto y pedir al Ayuntamiento que interviniera. Consideran que “o problema xa se alonga demasiado no tempo”. La dificultad estriba en que se trata de una propiedad privada cuyo dueño es desconocido, así que cualquier medida legal que adopte el Ayuntamiento será necesariamente a largo plazo, demasiado para el gusto de los sufridos vecinos.
