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jueves | 25 abril | 2024
Algunas de las referencias del arte urbano coruñés llevan mal el paso del tiempo y el grupo municipal del Partido Popular no está dispuesto a consentir este deterioro sin hacer nada. El partido de la oposición anunció ayer que acudirá al próximo pleno del 11 de septiembre con una iniciativa para exigir al Gobierno local de la Marea que rehabilite una imagen en la zona de Cuatro Caminos y otra en la avenida de Arteixo.
En su habitual discurso de denuncia por la “falta de mantenimiento de la ciudad”, el PP advirtió ayer de que la supuesta dejadez del Ayuntamiento está causando “efectos graves en toda A Coruña” y, particularmente, en “monumentos y espacios del arte urbano”. Los populares han fijado su mirada en dos imágenes ya icónicas del municipio se han ido estropeando en los últimos tiempos. En concreto, exigirán al Ejecutivo municipal que restaure y mantenga todos los espacios de esta índole prestando especial atención al mural del viaducto de Cuatro Caminos, junto a la iglesia de San Pedro de Mezonzo y debajo de Alfonso Molina, en el que se inmortalizó a tres vecinos del barrio que paseaban por la zona. .
La obra artística se pintó en 2008 y ahora el deterioro es “preocupante”. Sin embargo, desde la oposición sostienen que “aún estamos a tiempo de restaurarlo antes de que sea demasiado tarde”.
Tapado por la maleza
También se lamentan de que la Marea no se haya preocupado en limpiar el mural de Eduardo Novoa que hay cerca del Palacio de la Ópera, en la avenida de Arteixo. El lugar se recuperó en abril de 2015 con la colaboración de la familia del artista y desde entonces nadie ha vuelto para asegurarse de que el monumento sobrevive bien. “La maleza ya hace prácticamente imposible disfrutar de esta obra de gran valor de nuestra ciudad”, critican.
Para el PP “el estado de abandono generalizado de la ciudad empieza a ser un mal endémico y una de las principales preocupaciones entre los coruñeses”. Así extienden el mensaje de las obras a los distintos casos de descuido y deterioro de los barrios. Estos, dicen, sufren “las consecuencias de un gobierno más preocupado por viajar por las ciudades rebeldes que por solucionar los problemas de los ciudadanos”.
