La esperanza de vida de los españoles llega a los 82,4 años, la segunda más alta de la Unión Europea por detrás de Italia (82,7), según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que presentó ayer la edición 2013 de su informe Panorama de la Salud (Health at a Glance).
Las conclusiones del estudio revelan que, en general, el estado de salud de los ciudadanos españoles es bueno, medido en términos de esperanza de vida y mortalidad infantil, indicadores en los que España está por encima de la media de los 34 países de la OCDE.
España ha aumentado diez años la esperanza de vida desde 1970, cuando era de 72,4 años, hasta el período 2009-2011, que es el que analiza este estudio. Para el conjunto de la OCDE, ésta es la primera vez que se alcanza el promedio de 80 años.
Las mujeres españolas esperan vivir seis años más que los hombres, mientras que la diferencia media de los países desarrollados es de 5,5 años.
La disminución de la tasa de fertilidad unida a la esperanza de vida harán que en el año 2050 un 36% de la población sea mayor de 65 años y el 15% tenga más de 80.
Si bien es verdad que la esperanza de vida en los países de la OCDE está creciendo, también lo hace la carga de enfermedades crónicas, como la diabetes o la demencia.
En España, el 6,5% de los ciudadanos de 20 a 79 años padece diabetes, frente al 7% de la media de los países desarrollados. En cuanto a la demencia, el 6% de los mayores de 60 tienen diagnosticada alguna, frente al 5% de la media de este organismo.
La mortalidad infantil en España también está por debajo de la media: 3,2 defunciones de menores de un año por cada 1.000 nacidos vivos en este país, frente a 4,1 en la OCDE.