Detenido en Sevilla un gallego al que el FBI acusa de falsificar obras de arte

El empresario gallego Carlos Bergantiños Díaz, estaba en la lista de los estafadores más buscados del mundo hasta el pasado viernes, cuando fue detenido en un hotel sevillano para hacer efectiva la orden de arresto internacional que había emitido la justicia de EEUU.
Bergantiños Díaz, que tuvo que ser atendido por los servicios sanitarios en el momento de su detención, residió en Estados Unidos y en República Dominicana, donde desarrolló una carrera relacionada con el mundo del arte, durante la que, entre otros puestos, fue director de la revista “Art Notes” y de la galería Kalo-Jon de Nueva York.

Siete cargos
Su pareja, la también marchante mexicana Glafira Rosales, fue juzgada el pasado año en un tribunal de Nueva York acusada de siete cargos de fraude, delito fiscal y blanqueo de dinero por haber vendido más de medio centenar de pinturas falsas que atribuía a algunos de los mayores maestros del expresionismo abstracto del siglo XX.
Rosales fue encontrada culpable por la corte neoyorquina, a raíz de la cual comenzó a colaborar con las autoridades estadounidense para la acusación y detención de Bergantiños Díaz. Tras la cooperación de Rosales con los investigadores, el empresario se convirtió en el foco de la investigación, ya que el objetivo era tratar de establecer cual era el rol que jugaba el gallego en el fraude.

disposición judicial
El empresario gallego, quien ayer permanecía en dependencias policiales de Sevilla, presumiblemente hoy por la mañana pasará a disposición judicial para comenzar su extradición.
Según confirmaron ayer fuentes policiales, la detención se produjo este viernes, cuando el empresario se encontraba en el hotel NH Viapol de la capital andaluza. Al dar su nombre para registrarse en dicho hotel, saltaron las alarmas debido a la orden internacional de detención. Así, la policía se acercó hasta el establecimiento donde le detuvo.

cuentas españolas
Según afirma “The New York Times”, las autoridades federales que se encargan de investigar el supuesto fraude cometido por Bergantiños y Rosales, creen que  la pareja ganó cerca de 33 millones de dólares con la venta de obras falsificadas.
Además, creen que esos millones fueron enviadas a cuentas bancarias españolas que controlaría el hermano de Bergantiños, Jesús Ángel. n

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